Walk a Mile in My Pradas (2011)

La película podría funcionar como comedia si uno no se toma demasiado en serio toda la homofobia que destila y piensa que todo es un mero chiste del que hay que reírse, pues con esa intención se ha realizado la película. Y ahora vayamos al fondo de la cuestión. ¿Pueden la medicina, la psicología, la brujería, la religión curar la homosexualidad? Y ahí está lo que me cabrea, considerar la homosexualidad como una enfermedad. Ja, ja, ja. ¡Que risa que un heterosexual sepa cocinar! O que a un homosexual le guste el fútbol. Los heterosexuales humillan a los homosexuales en público y los homosexuales acosan a los heterosexuales en el baño. Y con todo ello tienes que reírte porque de lo contrario has perdido tu sentido del humor. Y el caso es que el director cuenta con todos los ingredientes para realizar bien una película. Sobre todo desarrolla bien los gags y cuenta con buenos actores. ¡Lástima que las ideas sean tan pobres! ¿Por qué la película no trata los esfuerzos del heterosexual que se ha vuelto homosexual para volver a ser heterosexual con la misma equidad a los esfuerzos del homosexual que se ha vuelto heterosexual para volver a ser homosexual? No pierdan el sentido del humor. En resumen: puede gustar a unos y a otros; a homosexuales y a heterosexuales. A mi no me ha gustado.