Juzgado permanente (1953)

"- Preciosa, ¿verdad que Ud. no vendría conmigo al cine?
- ¿Cómo lo sabe?
- Fui el primero de mi clase"

Competente debut en el largometraje del gran realizador español Joaquín Luis Romero Marchent, que por sus películas dentro del género del western europeo, se ganó las loas y admiraciones de directores posteriores como, por ejemplo, Quentin Tarantino.

En esta ocasión los logros son más modestos pero no deben caer en saco roto, no en vano, a pesar de alargarse un tanto, se ve con agrado, gusto e interés.

Y es que se mezclan varios géneros, como el policíaco, la intriga, el thriller, el costumbrista y la comedia (a este respecto ayuda lo suyo una maravillosa y simpatiquísima Elvira Quintillá).

Rodada tanto en estudios como en las calles, aprovechando incluso las fiestas de las Fallas valencianas, tiene picos de atención, con escenas bien montadas (Antonio Isasi-Isasmendi se encarga de ello) y filmadas junto con otras un tanto repetitivas y algo farragosas, al menos si me tengo que referir a la mala copia vista (no descarto algún pequeño corte).

Pero, sobre todo si tenemos en cuenta de la época en la que se rodó, está bien y no decepciona, aunque tienda al olvido.

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