One Girl's Confession (1953)

Es una película sobre la honestidad que mira más hacia otro lado que hacia el cine negro. Lo que aquí importa es que el guion es muy bueno en sí y hay que dejar el tema de la posible lección moral fuera de la trama, tomarlo como algo adecuado a los tiempos que corrían. Tampoco es que descomponga al valor de la película porque el gran atractivo de esta propuesta está en el comportamiento de la rubia (Cleo Moore), una rubia con un cerebro muy diáfano y muy bien puesto que toma la noche de autos una decisión (robarle al dueño del bar su fortuna por explotador y cenutrio) y a continuación traza un modus operandi innovador, de una lógica aplastante, y por lo demás no visto hasta el momento en ninguna otra película o tratado de esa manera tan inteligente. No sé si será incluso hasta respetable, supongo que no, el caso es que ella se hace respetar.

La idea está tan bien contada que la película es interesante de cabo a rabo. Además de eso se hace simpática a ratos y cruel en otros momentos por lo que tiene suficiente miga para puntuarla alto con justicia, sin necesidad de jugárselo al doble o nada.