Kirot (Walls) (2009)

Curioso drama que narra las desventuras de una mujer obligada a prostituirse por unos mafiosos a la cual tras un intento frustrado de huida, se le propone comprar su libertad cometiendo algunos asesinatos. (La sinopsis que está ahora mismo en esta página es bastante engañosa, por cierto).

Comienza modestamente, con ritmo pausado y una atmósfera muy melancólica, de la mano de una banda sonora que ayuda.
A muchos les resultará una película algo lenta. Pero a medida que avanza y aparece la co-protagonista, el film va cogiendo color, y se empieza a ver la pequeña magia que posee. Reflejado más que nada en la relación que van desarrollando las protagonistas, y el sentimiento que se percibe entre ellas. Las actuaciones no son magistrales, pero son lo suficientemente creíbles. Lo cual junto a sencilla belleza de las actrices, consigue provocar cierta ternura.

En el tercer tramo de la película, el espectador algo atento ya empieza a sumar vacíos en la trama con escenas o acciones que no convencen o que resultan poco creíbles (algunos detalles en Spoiler) y ya no hay marcha atrás.

Además de los defectos mencionados, hay que destacar sobre todo las peleas, que dejan mucho que desear en cuanto a credibilidad. A ratos intentan compensar esto enfocando al actor con 1 segundo de retraso, cuando el golpe o disparo ya ha sido recibido, pero no consiguen arreglarlo del todo.

Por otro lado, si bien me suele agradar mucho ver las películas en su versión original, en este caso, se mezclan tantos idiomas, que llega a desorientar al espectador. Tengo bastante curiosidad de cómo afrontarán esto en el doblaje español.

RESUMEN: Si te gustan los dramas modestos, te convencerá, pero se le podía haber sacado mucho más partido a la trama y sobretodo al desarrollo final.

Película que en ningún momento aburre. Está bien dirigida, ambientada y montada. La interpretación de Olga Kurylenko no solo es correcta sino que acaba siendo el auténtico soporte del film (los demás cumplen, aunque algún secundario muy flojamente), frente al guión, que es lo más endeble. El argumento es poco consistente y su trama aporta poca intriga. Además, exige al espectador diferentes claves de credibilidad que lo confunden, resultando lo más cuestionable de la película. Quiero decir, que la mayor parte de películas nos exigen algún grado de concesión lógica para aceptar su credibilidad, que una vez otorgada (lo que ha de lograrse en el primer tramo del film, como una especie de convenio entre el director y el espectador) nos permite su visión sin plantearnos contradicciones (en ello residía gran parte de la magia de Alfred Hitchcock). Pues bien, en esta película el grado de licencia se encuentra forzado, dando saltos entre unas secuencias y otras, lo que desconcierta al espectador y vulnera la complicidad que nos parecía haber entablado con el director.
Con dicha salvedad, puede concluirse que la película entretiene y que Olga Kurylenko no decepciona como actriz, pues demuestra que no le es preciso explotar excesiva y malsanamente su innegable belleza para que en ningún momento dejemos de fijarnos en ella siguiendo las emociones de su personaje, lo que logra con su saber estar y saber mirar y su comedida expresividad. Todo un lujo, en la línea de lo que en alguno de sus films les gustaba exprimir de sus protagonistas a ciertos clásicos del cine francés, como Godard y Bresson, por citar a alguno. (Y perdón si me excedo en la comparación).
En definitiva una película que, como he empezado diciendo, no aburre, con un guión flojo pero que casi no importa, porque se trata de un film de acción, paradójicamente con poca acción, que pese a ello mantiene la tensión y el interés a lo largo de toda su proyección como si la tuviera; y sobre todo que promueve un flujo afectivo hacia la protagonista que hace que quien no lo afronte con planteamientos demasiado exigentes lo (la) disfrute.