Vera (C) (2020)

Vera es un corto que se hace largo. Pretencioso para ser el primero que dirige la productora Laura Rubiola. Un corto que quiere y no puede, por esa carencia de talento en la dirección, Vera es un corto sin apenas diálogo y donde la música es muy protagonista, querer hacer un primer corto con esa premisa es ya ponerse el listón alto.

Es curioso, que Rubiola no se aplique así misma las clases que da para escribir un buen guión, porque en Vera se nota que un nivel producción con muchos recursos, pero le falta experiencia en haber estudiado dirección y saber dirigir actores.

No es difícil si tienes a Sandra Hermida y Belén Atienza de aliadas, ambas son tiburones de la producción en España. Y más si la propia Rubiola es la productora de Oriol Paulo. Así es fácil te den un buen dinero público para gastar. El problema es que, en secuencias como la que sucede en el Palau de la Música, un lugar icónico de la ciudad de Barcelona, no se pueda apreciar, porque la directora no sabe sacar jugo al edificio para deslumbrar al espectador, y al final podría haberse rodado en cualquier teatro sin necesidad de un tremendo gasto por el capricho de usar el Palau de la Música.

Lo mismo sucede con las secuencias de la oficina donde trabaja la protagonista, que gracias al productor Juan Padro, que cedió sus oficinas de Rodar y Rodar que son estupendas para la factura del corto, es la misma productora donde empezó la directora

Paulina García, excelente actriz fue otro capricho de la directora. Paulina está estupenda y hace todo por dar al corto un equilibrio narrativo.

Se nota que el corto tiene un equipo técnico que, ayuda y mucho a que salga el trabajo de directora.

El argumento es previsible, no eran necesarios los excesivos minutos para narrarlo, es un corto con muchas pretensiones, ambicioso, que podría haberlo rodado cualquier estudiante de cine en su primer o segundo año de carrera.

Esperemos que Laura Rubiola se aplique las lecciones que imparte de guión y la próxima vez tenga más acierto en la dirección y sea por sus méritos y no por los méritos de quienes la rodean.