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La fiebre sube al Pao (Los ambiciosos) (1959)

La fiebre sube al Pao (Los ambiciosos)
100 min.
6,1
512
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Sinopsis
Cuando el gobernador de la prisión situada en un país imaginario de la América latina es asesinado, su secretario, Ramón Vázquez, asume el rol de gobernador en funciones a la espera que llegue el nuevo mandatario. Vázquez, un idealista, aprovecha esta oportunidad para intentar mejorar las condiciones de los prisioneros y empezar una relación con la viuda del antiguo gobernador, Inés. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Sátira
Dirección
Reparto
Año / País:
/ México México
Título original:
La Fièvre monte à El Pao (Republic of Sin)
Duración
100 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción México-Francia;
Links
6
Ambición
Coproducción francomejicana, realizada por Luis Buñuel después de "Nazarín" (1958). Se basa en la novela "La fièvre monte a El Pao" (1955), de Henri Castillon. Se rueda, en B/N, en Méjico con mayores medios que obras anteriores. Producida por Gregorio Walerstein y Raymond Borderie, se estrena el 5-XII-1959 (Francia).

La acción tiene lugar en la capital de un país iberoamericano imaginario y en una isla del mismo, de 8.000 km2, situada en el Atlántico, a 2 horas de avión de la costa. La isla acoge un penal de presos comunes (unos 1.500) y políticos (unos 500), una colonia de pescadores, una iglesia y un convento de frailes. El gobierno de la isla está a cargo de un gobernador nombrado por el Ministerio del Interior del país, regido por una dictadura militar. Es uno de los dos films de tesis, de Buñuel. Los protagonistas son María Félix, en su única colaboración con Buñuel, y Gérard Philippe, que muere poco después del rodaje, a los 37 años, por causas naturales.

La película es un drama psicológico y político, con elementos de drama carcelario y romántico. La crítica de la dictadura se basa en una relación de referencias comunes: rapto y prisión de disidentes sin juicio previo, pobreza extrema de la población, sucesión de órdenes y contraórdenes caprichosas, la vulneración de los derechos humanos, el incumplimiento de los Acuerdos de Ginebra, el desprecio hacia la opinión internacional. Se añade un retrato minucioso del mundo político, dominado por las intrigas, las luchas intestinas, los engaños, las traiciones y la eliminación física de personas molestas o no gratas. Para Buñuel la dictadura es, además, un espacio propicio para la emergencia de ambiciones desaforadas y desenfrenadas, oportunismos sin escrúpulos y ventajismos de crueldad ilimitada. El temor a los complots alimenta comportamientos del poder inspirados en sentimientos de debilidad y, por ello, arbitrarios y crueles. El poder ciega la mente, corrompe el espíritu y alimenta ambiciones insaciables.

Buñuel se mueve mejor con presupuestos escasos y márgenes de libertad amplios que con presupuestos relativamente holgados y limitaciones creativas propias de las obras de encargo. El film incorpora algunas de las constantes del realizador, como su obsesión por la religión, y la presencia de animales de su repertorio simbólico, como borricos e insectos. Delatan el sello surrealista de Buñuel la descripción hiperbólica de las vejaciones sádicas de los penados, encadenados, castigados sin agua, sujetos a árboles durante horas para solaz de insectos atraídos por el sudor y la inmovilidad. La escena de dominación y humillación de Inés a manos de Gual es posiblemente la más intensa del film.

La música, de Paul Misraki, compone una banda sonora potente y versatil, que suma melodías festivas de aires caribeños y taurinos, marchas militares, pasajes dramáticos y de suspense, etc. La fotografía, de Figueroa, crea un relato visual de notable calidad técnica y estética.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
La isla del diablo
Esta película, una hija no deseada de Luis Buñuel, ciertamente nos aburre, pues su trama resulta muy enredada y al fin la confunde al espectador. Como que no cuaja muy bien una buena historia llevad a la pantalla. Y solo la actuación de María Félix, y Gerard Philipe, Miguel Ángel Ferriz y Víctor Junco, salvan en parte este film que bien pudo convertirse en algo mítico.
En la época en que las dictaduras nacían y se reproducían a lo largo y ancho de América latina, como criaturas perniciosas bajo el plan Marshall y la doctrina Truman. Vemos el tinte trágico de los condenados, de los presos políticos en lugares como “La isla del Diablo” en la Guyana Francesa. Y colonias como esta representada en “Los ambiciosos”. Una historia desperdiciada en algo que quizás se hubiera dado por parte del espionaje, y la fiebre de María subiendo al Pao, hubiéra resultado otra cosa.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
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