Marilena de la P7 (2006)

En cualquier caso la historia de amor de Andrei por Marilena es verdaderamente tierna, plagada de ese idealismo e inocencia preadolescente que caracteriza a todos los jóvenes de su edad. Andrei, atraído irresistiblemente por la belleza y encanto de una genial Madalina Ghitescu (deslumbrante) llevará a cabo todo tipo de actos inconscientes con el único objetivo de poder acostarse con ella. Hay escenas verdaderamente mágicas, como la del baño del bar en el que Marilena y su compañera enseñan sus pechos al joven Andrei a cambio de todos sus ahorros, especialmente el momento en que Marilena y éste se quedan sólos y éste, maravillado, como si de una aparición se tratara acerca su mano al pecho de la joven sintiendo una especie de impulso eléctrico.

El final es verdaderamente dramático, acabando con una Marilena desesperada y desengañada de la vida al ver que las palabras que le dedicaba en cada uno de sus encuentros un cliente del que se había enamorado (y del que probablemente esperara que la sacara de su miserable vida) y al cual ve con otra mujer. La escena en que ésta cae al suelo con las venas de la muñeca cortadas y la yugular seccionada son verdaderamente estremecedoras con un Andrei incapaz de creer lo que estaba ocurriendo.