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- Sinopsis
- Y cuando despertó, el Black Lives Matter también era español. El fotógrafo Rubén H. Bermúdez, cuyo libro Y tú, ¿por qué eres negro? supuso en 2018 un punto de inflexión en la visibilización de la comunidad afrodescendiente en España, presenta ahora la evolución audiovisual de su trabajo. Un largometraje coral en el que confía la cámara a siete personas negras en España para que intenten hacer una película. Autorrepresentación, dudas, en un retrato íntimo, fragmentario, y necesariamente parcial. Pieles, cuerpos que se filman en la intimidad, que hablan, se escuchan y se exponen.
- Género
- Documental Racismo
- Dirección
- Reparto
-
Documental
- Año / País:
- 2021 /
España - Título original:
- A todos nos gusta el plátano
- Duración
- 60 min.
- Guion
- Compañías
- Links
Crítica de A todos nos gusta el plátano por Cinemagavia
13 de noviembre de 2021
*Caleidoscopio de secuencias domésticas
A todos nos gusta el plátano está compuesto por la interacción de las grabaciones caseras realizadas por siete personas negras residentes en la Comunidad de Madrid.
Parece que el objetivo del hasta ahora fotógrafo Rubén H. Fernández es la visibilización de los afrodescendientes.
Retrata sus vidas cotidianas en escenas la mayor parte de las veces domésticas. Lavarse el pelo, maquillarse ante el espejo, cocinar plátano frito, cantar o bailar ritmos modernos, etc.
Ebebe Miranda, Oumoukala Sow, Ken Province, Chumo Mata, Agnes Essonti, Nadia y Hannah. Los siete son jóvenes que se retratan en sus propias casas mientras viven sencillas vidas con deseos y sueños.
La estructura coral va alternando las pequeñas secuencias con planos e imágenes de poblados y playas africanas. Fragmentos de sus vidas engarzados en forma de caleidoscopio visual.
Planos cenitales, otros fijos, algunos experimentales y las más secuencias domésticas. Escenas testimoniales de cómo son y viven los jóvenes afrodescendientes en Madrid.
*Visibilización de afrodescendientes en España
A todos nos gusta el plátano nos presenta un relato íntimo y reconocible encarnado por sus protagonistas. Sin embargo queda frío y superficial, con poco fondo.
¿Qué ha pretendido realmente el director del documental?. ¿Qué buscaba transmitir al público espectador? ¿Cuál será su siguiente búsqueda?
Las imágenes se ven plácidamente esperando siempre que llegue algo más que al final no sucede. El intento de visibilización es loable pero sus resultados son escasos.
Contrasta la cotidianeidad de sus protagonistas con audios de programas de noticias y series de televisión como “Aquí no hay quien viva”. Escenas de un bebé, secuencias caseras y conductas de todos los días.
De tarde en tarde pequeños diálogos refiriendo sus orígenes étnicos fang y bubis. Malabo, Guinea Ecuatorial, la antigua Guinea española, como lejana tierra de procedencia de sus familias. En una secuencia hay raíces de rituales religiosos por una de las protagonistas.
La música presente en pequeños retazos es la de muchos jóvenes occidentales. Apenas se ven rastros de la música africana.
El título hace referencia a que es habitual en las personas afrodescendientes el consumo de plátano natural o más frecuentemente frito. Finalmente añadir el buen diseño gráfico de Koln Studio del cartel de A todos nos gusta el plátano.
*Conclusión
A todos nos gusta el plátano nos sabe a poco más allá de la representación cotidiana de jóvenes afrodescendientes. Es como si el carácter experimental del autor no hubiera conseguido profundizar en sus propósitos.
Al final del documental nos queda una sensación de insatisfacción tras haber esperado más. La buena idea de la visibilización queda difuminada en el enjambre de imágenes y secuencias frescas cotidianas.
Escrito por Fernando Gálligo Estévez
A todos nos gusta el plátano está compuesto por la interacción de las grabaciones caseras realizadas por siete personas negras residentes en la Comunidad de Madrid.
Parece que el objetivo del hasta ahora fotógrafo Rubén H. Fernández es la visibilización de los afrodescendientes.
Retrata sus vidas cotidianas en escenas la mayor parte de las veces domésticas. Lavarse el pelo, maquillarse ante el espejo, cocinar plátano frito, cantar o bailar ritmos modernos, etc.
Ebebe Miranda, Oumoukala Sow, Ken Province, Chumo Mata, Agnes Essonti, Nadia y Hannah. Los siete son jóvenes que se retratan en sus propias casas mientras viven sencillas vidas con deseos y sueños.
La estructura coral va alternando las pequeñas secuencias con planos e imágenes de poblados y playas africanas. Fragmentos de sus vidas engarzados en forma de caleidoscopio visual.
Planos cenitales, otros fijos, algunos experimentales y las más secuencias domésticas. Escenas testimoniales de cómo son y viven los jóvenes afrodescendientes en Madrid.
*Visibilización de afrodescendientes en España
A todos nos gusta el plátano nos presenta un relato íntimo y reconocible encarnado por sus protagonistas. Sin embargo queda frío y superficial, con poco fondo.
¿Qué ha pretendido realmente el director del documental?. ¿Qué buscaba transmitir al público espectador? ¿Cuál será su siguiente búsqueda?
Las imágenes se ven plácidamente esperando siempre que llegue algo más que al final no sucede. El intento de visibilización es loable pero sus resultados son escasos.
Contrasta la cotidianeidad de sus protagonistas con audios de programas de noticias y series de televisión como “Aquí no hay quien viva”. Escenas de un bebé, secuencias caseras y conductas de todos los días.
De tarde en tarde pequeños diálogos refiriendo sus orígenes étnicos fang y bubis. Malabo, Guinea Ecuatorial, la antigua Guinea española, como lejana tierra de procedencia de sus familias. En una secuencia hay raíces de rituales religiosos por una de las protagonistas.
La música presente en pequeños retazos es la de muchos jóvenes occidentales. Apenas se ven rastros de la música africana.
El título hace referencia a que es habitual en las personas afrodescendientes el consumo de plátano natural o más frecuentemente frito. Finalmente añadir el buen diseño gráfico de Koln Studio del cartel de A todos nos gusta el plátano.
*Conclusión
A todos nos gusta el plátano nos sabe a poco más allá de la representación cotidiana de jóvenes afrodescendientes. Es como si el carácter experimental del autor no hubiera conseguido profundizar en sus propósitos.
Al final del documental nos queda una sensación de insatisfacción tras haber esperado más. La buena idea de la visibilización queda difuminada en el enjambre de imágenes y secuencias frescas cotidianas.
Escrito por Fernando Gálligo Estévez
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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