Picnic con Weissmann (C) (1968)

El gran maestro de animación checo refleja en este corto una vez más la filosofía de su cine de animación, la personalización de los objetos tratándolos como a seres humanos y en este caso es claro, los objetos sustituyen y entierran al ser humano.
Es un peculiar y curioso corto, en mi opinión, no es de los mejores pero si que refleja de la mejor manera su visión del cine de animación.
Todo en el corto es diferente y genial hasta en el momento en el que los objetos se hacen fotos y sustituyen a la humanidad, en pocas frases, es lo que hace Svankmajer en su cine.
Interesante corto en el que además Svankmajer refleja su visión de la vida y de la muerte, él siempre va más allá de lo que simplemente creemos ver.

Que Jan Svankmajer, uno de los mejores animadores de stop-motion de la historia de la animación,no posea el prestigio que se merece en Europa ( y si es posible, en el resto del mundo) no es ningún secreto, su genialidad, imaginación, por no decir paranoia, y su crítica personal a la cultura checa le hacen un técnico en lecciones del desorden poético. "Picnic con Weissmann" es un buen ejemplo de ello, cargada de una animación excelente, de unos movimientos muy esbeltos y de una música tan esplendida como preciosa, este corto es tan lirico como extraño (por no decir macabramente bizarro, que no se compara con la gran obra de Luis Buñuel “Un perro andaluz”), “Picnic con Weissmann” es un corto realmente increíble, único y demencial.