Carrusel (1956)

Dirigida por Henry King, es la versión cinematográfica de un musical de Broadway. Se basa en la obra de teatro "Lilion", de Fred Molnar, adaptada por Benjamin Glazer. Es el segundo musical de Rodgers y Hammerstein. Se rodó en exteriores de Boothbay Harbour (Maine, EEUU) y en estudio. Producida por Henry Ephron, obtuvo 2 nominaciones: dirección (DGAA) y guión de musical (WGAA).

La acción tiene lugar en 1873 en una pequeña localidad costera del Estado de Maine (EEUU), con una introducción y un epílogo situados en 1888. Narra, en flashback, la historia de Billy Bigelow (Gordon MacRae), un pregonero de feria, que conoce a Julie Jordan (Shirley Jones), usuaria del carrusel. Se casan, pese a que ambos han perdido su trabajo. Viven en casa de la prima Nettie (Claramae Turner), a la espera de que mejore su suerte.

La película explica que Billy no sabe manifestar su amor y, cuando trata de hacerlo, se comporta tan torpemente que todos entienden lo contrario de lo que desea expresar. Cuando quiere acariciar a Julie, ésta entiende que la quiere pegar. Cuando se propone realizar un esfuerzo supremo que permita afrontar los gastos del nacimiento del bebé que esperan, se ve envuelto en una peripecia, urdida por el pérfido Jigger Craigin (Cameron Mitchell), que culmina en un intento de homicidio. La película, entre canciones y bailes, explica que cuando una persona ama a los suyos y es capaz de inspirar el amor de éstos, es muy afortunada, aunque no sepa expresarse o lo haga con torpeza. Quien ama y es amado merece comprensión y el perdón de sus errores. El relato contiene acertadas notas de humor, que abundan en torno al presumido Basham, la celosa Mullin, el pintoresco Enoch Snowdon (Robert Rounseville) y su numerosa familia. En la película, como en "Oklahoma", un personaje se causa la muerte accidentalmente al caer sobre una arma blanca que lleva consigo. Ante un caso de violencia de género, adopta una inaceptable posición ambigua, próxima a la disculpa.

La música suma melodías bailables, tiernas y románticas, que culminan en la canción "Soliloquy", en la que Billy explica su amor. Son destacables las canciones "The Carousel Waltz" y "If I Loved You". La fotografía ofrece composiciones de muy buen dibujo y cromatismo luminoso. Muestra preferencia por el azul marino, los paisajes abiertos al mar y los celajes generosos. La coreografía culmina en el número que evoca al carrusel. El guión mestra un mundo de los muertos cautivador. La interpretación de la pareja protagonista es convincente y gratificante. El papel de Billy debía interpretarlo Frank Sinatra, que trabajó en la preproducción, pero se retiró al comenzar la producción. La dirección crea una obra que aúna musical, drama, romance y exaltación de la vida del más allá, en un relato lleno de lirismo.

La película rinde homenaje al amor humano, que puede ser profundo y sincero, pero que nunca está exento de limitaciones e imperfecciones. Entretenida, interesante y brillante.

Henry King dirigió para la Fox en 1956 este musical perteneciente a un gran éxito en Broadway. Esta adaptación para la gran pantalla padece por un lado, de cierta teatralidad en algunas secuencias, lo que da al film falta de autenticidad, y por otro lado en algunas secuencias, el diálogo se hace largo y pesado. Son los mismos defectos que acusó la anterior producción musical de 1955 Oklahoma, llevada a la pantalla por el director Fred Zinnemann, también de la Fox y por los mismos interpretes principales, con música y libreto de Rogers y Hammerstein's.
La música contiene algunas partituras conocidas y son de un gran deleite para oido.
La intepretación de los personajes es simplemente correcta sin más.
Es un típico musical de los años 50 que se ve con agrado a ratos y con cierta lentitud en otros momentos, con una carga notable de sentimientos y que está lejos en calidad de otros musicales de la misma época.
Esta producción fué rodada en el nuevo sistema Cinemascope 55, formato que consiguió, debido a su gran anchura en los fotogramas del negativo de rodaje una mayor nitidez en la imagen proyectada en los cines con relación a las películas rodadas en Cinemascope de lentes anamórficas. Se rodaron muy pocos films en este sistema, pues imediatamente después se consiguió una mayor perfección en las lentes anamórficas del Cinemascope, y con ello la tan deseada nitidez en las imágenes proyectadas en las grandes pantallas de los cines.
La versión española del doblaje incluido en el DVD comercializado no es de una gran calidad artística, y pertenece seguramente a un doblaje realizado bastantes años después del doblaje original correspondiente a su estreno, careciendo, inexplicablemente de subtitulos en castellano en las canciones que forman parte del argumento del film. Es más recomendable la versión original en inglés, pues posee una mejor calidad sonora, muy notable con un reproductor de sonido de calidad.


José Antonio ZG