El proscrito del río Colorado (1965)

Lo mismo se puede decir de este western que del vino de Monreal, "flojico pero malo". Según opinión extendida por toda la ribera del Jiloca.
Resultan evidentes las limitaciones de medios que han tenido para hacer esta cinta con unos pocos chirimbolos aquí y allá y un vestuario para salir del paso, que contrasta con la nobleza del caserón de piedra de los Riaño o el uniforme de gran gala que luce Miguel Camargo.
Ambientación desangelada y pobretona, de acuerdo, pero es que el resto está a la misma altura.
La historia va de dos familias de un pequeño pueblo de México que quieren emparentar por sus propios intereses, una banda de desarrapados que campan por allí sin saber qué quieren y "El proscrito del río Colorado" en medio.
Guion nulo y realización penosa. Lo mismo que las interpretaciones, alguna de las cuales es de vergüenza ajena.
Música pegadiza con temas de country pasados por acordeón y guitarra.
Lo mejor el buen gusto de preferir el vino de los Camargo en lugar de los espirituosos habituales en estos casos. Se ve que es bastante mejor que el de Monreal.
Por lo demás, huyan y no caigan en la tentación de comprobar lo mala que es.

Muy modesto chorizo-western, rodado y coproducido por España, con todo lo que eso conllevaba en aquellos tiempos de las coproducciones.

Es muy poca cosa, tiene poco que contar y su guión es pobre.

Las interpretaciones no son nada del otro jueves, aunque el simpático pero mediocre George Montgomery, que tantas películas de serie B norteamericanas hizo cuando era más joven, intenta aportar algo de su personalidad. Pero la historia no tiene nada de nada y la película acaba tristemente. No porque acabe mal, que acaba como todas, más o menos, sino porque no hay alegría expositiva por ninguna parte.

Es corta en duración y se hace larga.

Bellísima Elisa Montes, como siempre.

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