Cómo acabar con los otros (2007)

Qué oportunos son este caso los descriptores de FA para calificar películas. Porque la peli no es "buena" (7), hace aguas por todas partes y es difícil defenderla desde un criterio estético o narrativo. Sin embargo, sí es "interesante" (6), porque plantea dilemas morales de gran calado y de una forma nada maniquea. Dos aciertos en este sentido: el político que aparece no es de extrema derecha, como cabría esperar de alguien que apoya una ley para matar a personas desfavorecidas, sino socialdemócrata; y las personas desfavorecidas que aparecen no son buena gente que da pena, sino bastante odiosos en realidad (lo que puede crear en el espectador un incómodo deseo de hacer cumplir esa ley nazi).

El desarrollo de la película es muy flojito, incoherente y arbirtrario (aunque parta de una situación en teoría inverosímil, el conjunto tiene que tener una cierta lógica), pero al menos sí hay dos subtramas que sirven para apoyar las reflexiones morales: en una, dos hermanos incestuosos dieron luz a un bebé del que querían deshacerse para que no les recordara su "pecado" (lo que claramente refleja las intenciones de la sociedad con los marginados que ella misma ha creado) y, en otra, una persona "normal" desarrolla como "juego" inocente los principios que luego darán lugar a la ley nazi, lo que recuerda esas "inocentes" afirmaciones de "yo no soy racista, pero...", que acaban creando un cierto consenso en contra de los inmigrantes.

Impactante y demolera visión de una realidad de las democracias de Europa, todo ellos tratado desde el extremo de la caricatura y el humor, sin dejar de ser profundamente agria.

Excelentemente interpretada por sus actores, con una dirección artística muy "cutre", que quizás le vaya al tema y desarrollo de la película.

Consigue mantener el ritmo y el interés todo el tiempo.
Da para mucho comentar.