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Senderos de oscuridad (TV) (1970)

Senderos de oscuridad (TV)
73 min.
Disponible en:
Suscripción
free
Escena (INGLÉS)
Sinopsis
Un inesperado incendio en la casa despierta a Allan, que intenta desesperadamente salvar a su padre de las llamas, sin conseguirlo. Desde esa noche, Allan vivía entre tinieblas, pues lo último que pudo ver fue la mitad del rostro de su hermana horriblemente quemado. Después de pasar una temporada en un hospital, volverá a casa para iniciar una vida tranquila, pero pronto se verá amenazado por unas extrañas sombras que le persiguen. Intentará con todas sus fuerzas descubrir quien quiere asesinarlo. Cuando lo descubra, quizá volverá a ver la luz. (FILMAFFINITY)
Género
Thriller Telefilm
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
How Awful About Allan
Duración
73 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Adaptaciones de Henry Farrell
Links
9
La muerte ronda a Allan
Volvemos a encontrarnos con otra de esas joyas realizadas para la televisión en la década de los setenta, un periodo increíblemente fecundo para el cine fantástico y de terror en la pequeña pantalla, indudable reflejo de lo que también se podía ver en las carteleras cinematográficas de esos años.
Este film se encuadra plenamente dentro de lo que es el terror psicológico, y viene servido por un verdadero especialista en la materia como Curtis Harrington, quien ya tenía alguna excelente muestra dentro de la temática como "Juegos" (Games) 1967, y en la que volvería de nuevo a incidir con varios títulos a lo largo de los años 70. En esta ocasión Harrington tuvo también la suerte de contar con un estupendo guión de Henry Farrell basado en su propia novela. Conviene recordar que Farrell había demostrado ya su maestría para el cine de terror psicológico, ya que aparte de escribir el guión de "Canción de cuna para un cadáver" (1964), era también el autor de la novela "¿Qué fue de Baby Jane?", obra maestra del terror psicológico llevada a la pantalla, al igual que "Canción de cuna para un cadáver", por Robert Aldrich. Otra gran ventaja para Harrington fue poder contar en el reparto con tres actores que merecen un capítulo aparte y sin los cuales la película nunca habría alcanzado el nivel que tiene. Para empezar tenemos a Anthony Perkins en un papel hecho justo a su medida. Perkins siempre fue un buen actor, pero este tipo de personajes desquiciados y neuróticos los dominaba como pocos. Aquí da todo un recital y demuestra el porque siempre será asociado con este tipo de papeles. Aunque Perkins es la estrella de la película, no le anda a la zaga la siempre genial Julie Harris, quien le da una replica perfecta, con una actuación contenida y calida, a pesar de que su personaje es el más frío y distante del film. Sin embargo, la actuación que más me sorprendió la primera vez que vi este telefilm (le he visto tres veces en menos de seis años), y en esto coincido con el propio Harrington que también la considera la mejor, es la de Joan Hackett, una actriz que ya había visto en varias películas del género, pero que nunca, salvo en "Reflections of Murder" (magnífico remake de "Las diabólicas") me había llamado la atención. Su papel aquí es el más agradable y enternecedor de la historia, un personaje que a fuerza de ser bueno consigue que acabemos sospechando de él. (y sí, mi nick es en homenaje a esta actriz)
Con todos estos mimbres, Harrington consigue realizar un estupendo film, sobrio y sencillo, sin alardes ni efectismos de ninguna clase, basándose todo en el suspense y la intriga, con una atmósfera misteriosa que nos transmite el miedo y la inseguridad que siente el protagonista debido a su perdida de visión y al profundo shock que le produjo la muerte de su padre. Casi toda la cinta está rodada en interiores, y la casa de los Collins es el núcleo central de la historia, donde ocurrió la tragedia, y donde siguen rondando los fantasmas que los protagonistas llevan dentro. El escenario no resulta sombrío, ya que la película es muy luminosa y predominan los colores claros, pero sin embargo consigue transmitir una aura extraña e inquietante, haciéndonos sentir que algo malévolo ronda la casa. El título original de la película es por tanto muy acertado y significativo, y nada tiene que ver con el delirante y chapucero (que encima confundieron con el de otra película "The Night of the Juggler" que nada tiene que ver con ésta) que algún iluminado le puso en España para su edición en video: La noche del juglar.
Lógicamente, esta no es una película para los que hablan de aburrimiento cuando una conversación se prolonga mas de dos minutos, o para los que ven lentitud en todo lo que no tenga ritmo de vídeo clip, ni para los que menosprecian los telefilms al creer que todos son como los actuales. Pero el resto, los que saben apreciar y buscar las gemas escondidas y olvidadas del pasado, disfrutarán como yo con esta película.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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