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El hombre propone (1938)

El hombre propone
92 min.
6,0
78
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Sinopsis
La reportera Jean Christy trabaja para un periódico que está a punto de quebrar debido a las desavenencias entre Pat Buckley, el propietario, y Robert Lansford, el editor jefe. Mientras tanto, Lansford, que aspira a trabajar para otro director, le hace publicidad en el periódico de Buckley con el fin de ganarse así su confianza. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Romance Comedia romántica
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Four's a Crowd
Duración
92 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
7
¡Cásense... y tendrán todo el resto de vida para discutir!
El diccionario define la palabra, screwball, como: extravagante, excéntrico, estrafalario. En el argot cinematográfico, screwball comenzó a usarse para distinguir aquellas comedias donde se daba una poco común interrelación de opuestos: la rica y el pobre (o la pobre y el rico), el intelectual y el “ignorante”, la jactanciosa y la sencilla, el honesto y el tramposo, el hombre burdo y el de buenas maneras, el terco y el flexible… y, en esta yuxtaposición de contrarios, hombres y mujeres se enamoraban, se hacían sufrir y finalmente llegaban a ese happy end que -el cine nunca entendió-, ¡jamás llega con el matrimonio! Pues, la felicidad en pareja, es el resultado de caminar por las nubes (enamoramiento)… pero cuando se pisa tierra (matrimonio), la realidad es a otro precio.

<<EL HOMBRE PROPONE…>>, es una screwball-comedy que le asignaron a, Michael Curtiz, como un descanso. Era común que, luego de trabajar en una superproducción estilo, “The Charge of the Light Brigade” o “The Adventures of Robin Hood”, que dejaba extenuado a todo el equipo que trabajaba en ella, y al director, al borde de una crisis de nervios, la Warner asignara a Curtiz una película de bajo presupuesto y de rodaje en interiores, para que pudiera relajarse y trabajar sin presión alguna.

Con un guion firmado por, Casey Robinson y Sig Herzig, basados en la novela de, Wallace Sullivan, “All Rights Reserved”, Curtiz volvió a elegir entre el elenco de la Warner a su pareja favorita, Errol Flynn y Olivia de Havilland; se trajo de la MGM a la efectiva y encantadora, Rosalind Russell; y de la Columbia prestó a Walter Connolly, siempre atinado en las comedias de Frank Capra... y ya tenía un preciso equipo para salvar una ligera comedia que nos habla de, un experto en relaciones públicas, quien consigue ser contratado por el periódico que maneja, Patterson Buckley (Patric Knowles), con el objetivo de aumentar su tiraje. Se trata, primero, de lanzar una campaña de descrédito contra un avaro y “juegatrencitos” millonario, pero, en este camino aparecerá la adorable Lorri, nieta del llamado a ser “el hombre más odiado de los Estados Unidos de Norteamérica”… y pronto las cosas asumirán otro rumbo.

Amor entre cuatro; triquiñuelas para coronar una ayuda a los desvalidos; trampas para ganarle en los trencitos al abuelo adinerado... y los periódicos, como siempre, nunca del lado de la verdad ni de la mentira, sólo de la conveniencia.

Olivia de Havilland (escaso verla en una comedia), demuestra que tiene soltura y suficiente encanto para ajustarse también a este género. Flynn y Knowles, cumplen con lo suyo; y Connolly y Russell, se roban el show en esta divertida aventura en la que, Curtiz, demuestra su eficacia narrativa hasta con el más modesto de los guiones.
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12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
“Eh, es mi mujer!”
Aunque en toda su filmografía, especialmente en las películas de aventuras, abunden los personajes humorísticos no fue muy dado el prolífico director húngaro Michael Curtiz a la comedia si bien practicó, generalmente con notable fortuna, todos los géneros del momento.

Aquí nos ofrece una simpática y espiritosa comedia, desarrollada en el mundo del periodismo y la publicidad, llena de enredos y divertidos vericuetos que le permiten hablar, con desprejuiciado tono, del incontrolable poder de la prensa y la publicidad para elevar o rebajar la reputación de una persona, crearla desde la nada o destruirla de un plumazo.

El trío protagonista está en estado de gracia, desde el hiperactivo Errol Flynn –que en tantas ocasiones trabajó con Curtiz- como charlatán, pillo pero encantador, pasando por una Olivia de Havilland –otra de sus actrices favoritas-, en uno de sus inhabituales papeles de comedia, como rica y tontuela heredera, y la enorme Rosalind Rusell, totalmente en su salsa, una de las grandes damas de la comedia de Hollywood pero menos interesante en sus incursiones en el terreno del drama.

Agradable, virtuosamente narrada con nervio y agilidad endiablada, a ratos con un ritmo diríamos gimnástico, razonablemente divertida sin exagerar y con un gran cierre es, sin duda un más que agradable divertimento e iluminará los recovecos de una filmografía tan notable como profusa.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
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