Marco (Miniserie de TV) (2011)

Está claro que la fórmula del éxito televisivo en este país es más sencilla de lo que muchos pensábamos. ¿Eres un escritor novel, ansioso por dar a conocer tu obra al mundo? ¿Tienes un guión estupendo, con personajes bien desarrollados, situaciones inesperadas y un final digno de figurar en las crónicas? Pues olvídate de trabajar para las cadenas españolas, que eso no les va. Es más, cuanto menos talento tengas a la hora de escribir un guión, mucho mejor, dónde va a parar. Y si con esto no queda claro, pondremos los pasos que se siguieron a la hora de crear "Marco":

-Coge una idea que no sea tuya o que ya se haya hecho antes. Recuerda: no estás haciendo un plagio, sino un remake o un homenaje. Todos conocemos a Marco, no?

-Sitúa tu historia en un ambiente español, que eso queda muy cercano y bonito. Un pueblo de Huesca y una playa de Benidorm serán perfectos sustitutos de un puerto italiano.

-En caso de que en el original hubiera un animal (por ejemplo, un mono), será sustituido por una persona. Aquí utilizaremos a dos gemelos para hacer del mismo niño, el hermanito del prota.

-Añade una buena dosis de lagrimeo fácil. Si el drama está asegurado, el público se sentirá más identificado con el protagonista y le cogerá cariño al ver lo mal que lo trata esta perra vida.

-Si se presenta una situación peliaguda (pongamos por caso: la madre debe abandonar a sus hijos), en ningún momento debe dar la impresión de que hay malas intenciones detrás. Si la madre se marcha, será porque quiere salvaguardar la seguridad de sus hijos.

-Por supuesto, es importantísimo que aparezca una figura oscura que trate de impedir que los chavales candorosos lleven a cabo su plan. Aquí pondremos a un asistente social, que ya sabemos que son una gente muy mala.

-Las aventuras son la clave para una serie de calidad. Para realizar Marco, contamos con situaciones sacadas directamente de otros dibujos animados. Si son difíciles de creer o rayan en lo absurdo, mejor todavía.

Sigo en el spoiler, pero sin spoiler

¡Ay, las adaptaciones! ¡Porca miseria! A “Los Picapiedra” los pasaron por la piedra (la versión porno titulada “Los Pichapiedra” era más coherente a tal efecto y en la 'no porno' conocimos a Halle Berry...). A “Heidi” se la llevó un chiste de Barragán, a “Dragon Ball” un Kame Hame Ha de los indignados fans... Ahora llega “Marco” por mala obra y sin gracia de Antena 3, bajo la popularidad/calidad que puedan aportar las actuaciones de Ariadna Gil y Ernesto Alterio, y con cierto éxito de audiencia en su primero capítulo. Sólo puede decir una cosa: yo pensaba que iba a ver una adaptación actual de Edmundo de Amicis, no una versión infantil de “El Fugitivo”.

Cuentan que el filme de Folco Quilici fue bastante digno, que la miniserie de la RAI de mediados de los ochenta creó autentica conmoción pero realmente todos recordaremos la serie de animación que nos traumatizó emocionalmente por el resto de nuestros días y nos hizo gritar entre lágrimas: ¡No te vayas Mamá! Este “Marco” no es “Marco”. ¿Se me entiende? El pueblo de las montañas y que el protagonista comparta el mismo nombre es el único parecido razonable de una serie con unas licencias y cambios para perderse... y no volver...

Matan al padre, asesinan (en el guión y por omisión) al imprescindible mono Amedio, decrecen al hermano para que sea ¿el mono?, Buenos Aires se transforman en Benidorm, meten a un asistente social como villano... y, lo peor de todo, ¡no sale la inolvidable canción! El asistente social, además, es el antagonista y gran motor de acción de la serie, ley y orden con formación de detective de policía y con menos luces que los guionistas de la serie. ¿¡No era más fácil localizar a la madre en vez de a los niños para así 'matar' tres pájaros de un tiro!? “Marco” de Antena 3 parece un alargado anunció de turrón de una ONG. Hay a veces que uno tiene que renunciar a lo que más quiere en el mundo. ¡Es verdad! Yo ya renuncié hace tiempo a esperar ver una buena serie de televisión española en una cadena que no sea de pago...