E la chiamano estate (2012)

Cuenta la historia de un anestesista de idílica vida de casado, pero es adicto al sexo, adicción que satisface con cualquiera menos con su mujer. Una mujer con sus propios deseos sexuales pero que ha aceptado y asumido la ausencia de contacto físico por creer que está casada un alguien poco libidinoso.

El problema es que el trabajo de sus actores principales no logra convencer ni de cerca. Se aman, se adoran, un amor platónico, pero es muy poco creíble. Una falta de química brutal entre ellos. Como prueba de ello, el climax de la película, es decir, cuando la mujer descubre quién es realmente su propio marido. es muy muy poco creíble ¿realmente está disgustada?

Por otro lado, sus escenas, que supongo pretenden ser provocadoras e impactantes, pero no lo son. Al menos para cuando se filmó la película, ya en la segunda década del siglo veintiuno, uno ya está bastante curado de espanto en el cine europeo para que nos pongan esas escenas tan suaves. Además, muchas de esas escenas sobran totalmente. Aunque entiendo que estén, pues para no más de media hora que dura la película, si quitas esas escenas te quedas con un mediometraje. Demasiado tiempo para contar una historia que se resuelve en no más de cuarenta minutos.

No tiene nada interesante que aportar, muy prescindible.

A modo de añadido, el título de la película hace alusión a una canción de un cantante italiano famoso en los 60 en su país, Bruno Martino. Una balada de un enamorado que le canta a su amada que no está a su lado.