Hattori el Ninja (Serie de TV) (1981)

A pesar de tener más de 40 años de antigüedad, esta serie ha logrado mantener su encanto y sigue siendo apreciada por los fans del anime.

Una de las mejores cosas de Hattori el Ninja es su animación. Aunque es una serie antigua, los dibujos y la animación son notables y muestran la habilidad y la dedicación de los animadores de la época. Además, la música de la serie es encantadora y se integra perfectamente en cada escena, creando una atmósfera única.

Los personajes también son otro punto fuerte de la serie. Cada uno tiene su propia personalidad distintiva y se desarrollan a lo largo de los episodios. Hattori es un protagonista carismático y valiente, mientras que los personajes secundarios como Kenichi y Yumeko añaden comedia y emoción a la historia.

A pesar de todos sus aspectos positivos, Hattori el Ninja tiene algunas debilidades. En ocasiones, la trama puede volverse repetitiva y predecible, lo cual puede restarle un poco de emoción a la historia. Además, algunos episodios se sienten un poco fuera de lugar y no aportan mucho a la trama principal.

En resumen, Hattori el Ninja es una serie de televisión japonesa que merece ser recordada y apreciada. Su animación, música y personajes la convierten en una experiencia única para los amantes del anime. A pesar de algunas debilidades en la trama, sigue siendo una joya perdida que vale la pena descubrir.

Intentando parafrasear el éxito de Doraemon los asiáticos decidieron crear esta infantilada que sólo gustará muchísimo a quienes no hayan visto Doraemon.
Y menciono a Doraemon porque Hattori es un plagio bastante descarado en muchos aspectos (un niño acosado por el matón del barrio, su amada, la madre histérica, el amigo que se lo soluciona todo...) , aunque cuenta con la originalidad de que tanto el héroe de la serie como su enemigo son Ninjas, así como el gato del malo y el perro del bueno, sin olvidarnos del hermano de Hattori, otro ninja más. Con estos ingredientes la serie tiene un toque distinto a otras, resulta original y está sobrecargada de gags sin gracia, además de que mayormente resulta aun poco aburrida a parte de algún episodio en que el malo juega con ventaja. A mi me gustaba mucho allá por los 90, aunque mucho más Doraemon, sin duda. El puntazo de esta serie lo ponen el perro de Hattori y el gato del malo, el resto ya la he visto yo en otros lados. Infantil, si. Olvidable, también.