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La flauta silenciosa (1978)

La flauta silenciosa
102 min.
5,1
226
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Disponible en:
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Sinopsis
Un joven experto en artes marciales compite y gana por el derecho a realizar un peligroso viaje a un país imaginario hasta una isla donde, se dice, está escondido el libro secreto que encierra todos los conocimientos del universo. (FILMAFFINITY)
Género
Acción Aventuras Fantástico Artes marciales
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Circle of Iron
Duración
102 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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7
No era "El círculo de hierro"?
Así por lo menos la vi yo en su momento en el cine (hace casi treinta años, ahí es nada), y así reza en la versión en DVD que he comprado y que me ha permitido resaborear esta historia. Pero bueno, amén.

Se trata de un proyecto del legendario Bruce Lee que éste no llegó a ver por su temprana muerte. Y es indudable que la película habría ganado muchos enteros de estar presente el gran maestro chino-americano en lugar de Jeff Cooper o del propio David Carradine. No hay grandes pretensiones en este cuento épico que versa sobre la búsqueda de la verdad interior desde la perspectiva del budismo zen, del que Bruce Lee era seguidor. El escenario es un país imaginario donde se mezclan elementos desde grecorromanos a chinos, pasando por árabes, persas e hindúes. El protagonista (Jeff Cooper) busca al sabio Zetan (Christopher Lee) quien posee un libro donde se encuentran las grandes verdades del mundo. Y para ello debe enfrentarse con rivales en las artes marciales, así como superar una serie de pruebas y encuentros. Se trata, por lo tanto, de un camino iniciático en el que no es difícil hallar semejanzas con la instrucción de Luke Skywalker a manos de Yoda, por ejemplo. Por el camino, se cruza con un ermitaño ciego (David Carradine), cuyas únicas pertenencias son sus ropas raídas y su flauta de bambú (instrumento, báculo y arma), quien poco a poco le desvela las claves para acercarse a la verdad y a la iluminación.

La película cuenta con actores de lujo como el mencionado Christopher Lee, Eli Wallach o Roddy McDowall, pero sus intervenciones están fuera de lugar, pues no encajan demasiado bien en una película así (McDowall en particular tiene un aspecto ridículo). Algo semejante podría decirse del resto del reparto, excepto quizá de Carradine en el papel del ermitaño (no es el único, pues hace tres roles más en la historia). En cuanto al desarrollo, transcurre por derroteros muy previsibles, final incluido. Esta cinta, pues, no cuenta nada nuevo: un héroe que se sirve de sus habilidades con puños y piernas evoluciona en sus ideas sobre el mundo a medida que su búsqueda le acerca a la ansiada recompensa. El mayor atractivo habrían sido, sin duda, las peleas. Pero la ausencia de Bruce Lee las deja muy descafeinadas.

En mi retina se grabarían para siempre el "strip" de la deliciosa Erica Creer, así como su posterior suerte. Como ya señalé en otra parte, aparece el musculoso Earl Maynard, en un papel tan poco sustancial como sus dotes artísticas: cualquier musculitos habría servido.
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9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Una historia original de Bruce Lee
Extraño filme, una mezcla entre un delirio zen, sobre la búsqueda de uno mismo, como un relato de Paulo Coelho, una película de artes marciales y una buena ración de filosofía de baratillo con momentos estilo "Le petit prince" (el hombre en la tinaja de aceite).

El guión se basa en otro escrito por Bruce Lee y James Coburn, posteriormente modificado tras la muerte del primero. De ahí los conceptos "Zen" que Lee asumió en su vida y quiso mostrar en forma de película. Lee y Coburn se habían reservado los papeles protagonistas, sin embargo, tras la muerte de Lee, su papel fue interpretado por David Carradine, cruzándose de nuevo sus destinos, ya que fue Carradine a quien impusieron los productores de la serie de TV "Kung-Fú", creada por Lee, en un auténtico ejercicio de "White-washing".

Tras los cambios, el film rezuma fantasía oriental pero también una estética "bárbara" que quizás influyó a Milius en su posterior "Conan" (el protagonista cachas con taparrabos, los guerreros a caballo o las ruinas misteriosas) y un campeonato de combates que recuerdan al de "Operación Dragón". El filme no pretende ser un film de acción y ello se percibe en la triste y poco trabajada coreografía de combate diseñada para el mismo; sin embargo el director busca bellos encuadres, emplea excelentes exteriores (rodados en Israel), usa adecuadamente los efectos especiales de vidrio pintado y consigue dotar a la película de una cierta magia y misticismo, quizás de garrafón, pero que permite mantener la atención sobre la historia relatada hasta un final digno de Coelho. Zen, puro Zen.

PD.- No sé a que viene el título. Originalmente se titulaba "La flauta silenciosa", por cierto, toda una paradoja.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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