Place Vendôme (1998)

Tercer largo de la directora Nicole Garcia, en el que interviene como realizadora y coguionista. Se rodó en exteriores de París y Londres y en plató. Obtuvo el premio a la mejor actriz de Venecia (copa Volpi, C. Deneuve), 12 nominaciones a los César y una al León de oro. Producida por Alain Sarde, se estrenó el 7-X-1998.

La acción principal tiene lugar en París, con desplazamientos a Londres y Amberes, en 1997/98. La Place Vendome, de París, reúne buen número de joyerías, el Hotel Ritz y un magnífico conjunto de edificios urbanos del XIX. Narra la historia de Marianne (Deneuve), de mediana edad, que acaba de salir de una cura de desadicción alcohólica con atención psiquiátrica. Casada, sin hijos, con Vincent Malivert (Bernard Fresson), propietario y gerente de una acreditada joyería, que se ve envuelto contra voluntad en una operación de tráfico de diamantes robados, aceptada por su hermanao Eric. Angustiado por la situación de su mujer, la marcha del negocio y las amenazas de una mafia rusa, se suicida. Deja a Marianne en una situación económica precaria, próxima a la bancarrota.

La película combina elementos de intriga y misterio con aspectos de cine negro, pero focaliza la atención en la exploración de la vida interior de Marianne, frágil, titubeante, herida intimamente, ex-adicta al alcohol y con inclinaciones cleptómanas en fase de curación, que ante la situación crítica en que la ha dejado el marido, saca fuerzas de flaqueza y emprende un camino de superación y de reencuentro consigo misma. Se mueve en lugares y situaciones que reviven en ella los años en los que fue una activa y eficaz operadora de joyas en los mercados mayoristas. También se topa con un antiguo amante, cuya relación concluyó tragicamente, según explica en un breve flashback, narrado por ella misma. Más que la intriga y el misterio interesa a la realizadora la descripción del ambiente sinietro que envuelve la acción, con presencia de mafias, tráficos ilegales, personajes siniestros, traiciones, venganzas y amenazas.

La música aporta una partitura original que gira en torno a un tema central que se repite con frecuenica. Añade fragmentos de las bandas musicales de las películas "Lo que queda del día", "Jefferson en París" y "Howard End", del propio compositor. Incluye, además, pasajes de "Órgano virtuoso" (J. Starkey) y otros. La fotografía, de colores atenuados y suavemente contrastados, muestra preferencia por las luces crepusculares doradas y cálidas. Presenta travellings largos de aproximación a los actores, planos picados y contrapicados y contraluces vibrantes. Mantiene la cámara próxima a los protagonistas, lo que crea sentimientos de proximidad e intimidad. El guión elabora una historia en la que predomina la preocupación por lo personal, en especial el misterio que explica los desequilibrios de Marianne. La dirección exhibe equilibrio y madurez.

La película glosa las posibilidades de recuperación de personas heridas por graves traumas psicológicos.

“PLACE VENDÔME” se trata de una elegante y sofisticada mezcla de drama etílico y thriller gemológico, sutil e interesante de seguir.

CATHERINE DENEUVE ganó la Copa Volpi en Venecia por este gran papel de alcohólica, a cuyas manos van a parar unos diamantes de dudosa procedencia que pueden ponerla en peligro. Pero ella ya está demasiado machacada por la vida como para amedrentarse ante nada…

A su lado también brilla EMMANUELLE SEIGNER (señora de Polanski), desprendiendo belleza, sensualidad, misterio y ambición no exenta de humanidad. No sé por qué esta actriz ha tenido tan poca suerte, porque la encuentro fascinante.

La película, maravillosamente fotografiada y musicalizada, sólo se ve lastrada por una cierta confusión (no vendría mal un cursillo previo de gemología para comprender bien la trama), y por las inexpresivas y antiestéticas presencias de Jean-Pierre Bacri y Jacques Dutronc.