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Mi vida como un perro (1985)

Mi vida como un perro
101 min.
7,1
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Trailer (Español)
Sinopsis
Narra la odisea de un niño de doce años a quien el abandono paterno y la enfermedad de su madre conducen a un pequeño pueblo del interior del país. Una amarga crónica de la infancia, basada en hechos reales, alabada por la crítica del mundo entero. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Infancia Basado en hechos reales
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Suecia Suecia
Título original:
Mitt liv som hund (My Life as a Dog)
Duración
101 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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Premios
1987: 2 nominaciones al Oscar: Mejor director y guión adaptado
1987: Globos de Oro: Mejor película de habla no inglesa
1987: BAFTA: Nominada Mejor película en habla no inglesa
1987: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película extranjera
1987: Asociación de Críticos de Los Angeles: Nominada a Mejor película extranjera
7
El primo sueco de Léolo (más o menos)
Laika fue el primer ser en orbitar el planeta Tierra, con permiso de que Iker Jiménez se saque de la manga una nueva “teoría” de las que hace gala.
Antes de que el pobre animal la palmase en la soledad del espacio supongo que quedaría fascinado observando que la capa de ozono y los polos estaban todavía completamente en su sitio y que en ese nuevo punto de vista “espacial” lo que antes era enorme se había encogido a extremos de caricatura.
Aunque tal vez sólo sintiese un sobrecalentamiento insoportable provocado por fallos técnicos y humanos, y la sensación constante de quienes fueron los bastardos que la dejaron encerrada sin posibilidad de escapar de una muerte segura sin haberla pedido un ladrido a modo de opinión. Las asociaciones de protectores de animales entiendo que no dormirían tranquilas a partir de ese día.

En el fondo todos somos como Laika, viendo “orbitar” elementos y personas en tierra firme durante nuestra existencia, sintiendo ese sobrecalentamiento de nuestro planeta provocado por otros fallos técnicos y humanos, y pensando quienes son los bastardos que nos han dejado atrapados en mundo que no ofrece posibilidad de escape sin que tengamos derecho a dar nuestro punto de vista.
Ingemar también se consuela con los periplos espaciales de Laika, pensando que dentro de su miserable vida existe algo peor que observar a su madre muriéndose lentamente, aunque comparte con esa perrita esa decisión unilateral de ser “enviado” a orbitar a un nuevo mundo y al mismo tiempo ha tenido que dejar a su mejor amigo perruno en tierra firme.

Lasse Hallström es capaz de construir un universo propio alrededor de ese pueblo perdido donde Ingemar es enviado con sus familiares. Los espectadores orbitaremos también contemplando la vida en una película sueca que no invita ni incita al suicidio. Prestando atención que pese a la tragedia y amargura que rodea a su joven protagonista, su nueva vida está repleta de personajes y situaciones entrañables y divertidas; y que por bastantes momentos en ese viaje a la madurez y a la perdida de la inocencia, ese pequeño pueblo será lo más parecido a otro lugar para el retiro del cinéfilo llamado Innisfree.
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42 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Buena hasta decir basta
Excelente drama sobre como algunas de las realidades más crudas de la vida son inexorablemente sufridas por un niño a lo largo de toda su infancia. Los dolorosos recuerdos, la abrumadora nostalgia y, sobre todo, un incansable sentimiento de culpa se reviven constantemente en la conciencia del pequeño Ingemar, hasta el punto de llegar a rozar levemente su salud mental y emocional. El traslado a una pequeña población donde viven unos parientes y el descubrimiento del primer amor ayudarán a Ingemar a aprender cómo empezar una nueva vida.

Sorprendente la forma en que se cuenta la trama, de una forma muy viva y plena de momentos chisposos y divertidos que van suavizando la crudeza del drama principal. Como no podía ser de otra manera en una película sueca, austeridad en puesta en escena y medios, que no deja de ser fiel reflejo de lo que es su propia sociedad. Hallström nos propone un cine muy directo, sin medias tintas, duro pero sabiamente equilibrado y presentado, y con unas interpretaciones de lo más destacadas, donde emerge por encima de todas la del entonces niño Anton Glanzelius, sin lugar a dudas.

Recomendable a todas luces.
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20 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
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