La casa de la colina (1951)

Cambio las anteriores palabras por motivos varios. Los motivos varios son la excelente parte final. Damos por bueno que La casa de la colina tiene un gran arranque. Damos por bueno que La casa de la colina tiene momentos brillantes de tension. Damos por bueno que La casa de la colina se parece a Sospecha. Damos por bueno que La casa de la colina se parece a Rebeca. No damos por bueno que La casa de la colina se parece a Luz de gas. Damos por bueno que cualquier director de nivél coja un ¿clásico? de Hitchcock y lo iguale o lo supere. Damos por bueno que no se puede comparar el final de La casa de la colina con el final de Sospecha. Sería un insulto.

Estupendo thriller de intriga psicológica y de investigación, con tintes temáticos y estéticos de Alfred Hitchcock, y con algunos toques de cine negro, melodrama y pinceladas góticas, sobre la suplantación de una identidad y la trama criminal que ese hecho conlleva.

La película despliega un puñado de complejos personajes, llenos de psicología y de evolución en sus conductas, adecuadamente interpretados por solventes actores y actrices.
Y el film fluye con un enfocado ritmo narrativo, con unos escenarios inquietantes, con una magnífica fotografía envolvente y con una acertada atmósfera de ansiedad. Y todo ello orquestado por el siempre interesante director Robert Wise, autor de cintas maestras en los diferentes géneros cinematográficos.

Suspense, misterio y desasosiego se dan cita en esta obra clásica que recomiendo sin ninguna duda. Notable trabajo.