Tumba de acero (1957)

Tic, tac un niño se ha encerrado en una caja fuerte. Tic, tac los padres del niño y los empleados del banco buscan ayuda a unos cerrajeros. Tic, tac los cerrajeros trabajan a destajo para sacar al niño de la caja fuerte. Tic, tac el oxígeno se acaba en la caja fuerte. Tic, tac. Tic, tac, tic, tac, tic, tac y este cuento se ha acabado.

Modesta producción de la Gran Bretaña, que no tiene otro objetivo que el de entretener al respetable haciéndole pasar un mal rato durante menos de ochenta minutos.
Está bien por cuanto se dignifican positivos sentimientos humanos como la solidaridad y el sentido del deber, dejando de lado el egoísmo.
Aspectos como el sentimiento de culpa o la desesperación al luchar contra el reloj para tratar de salvar la vida de un niño atrapado en una caja fuerte y que no tiene más que unas diez horas con oxígeno, son tratados con respeto y un ritmo constante, consiguiéndose así una constante tensión.
Esto hace que entretenga e interese durante todo el film aunque finalmente sea previsible, como no podía ser de otra manera.
Bien los intérpretes, entre los que se encuentra un joven Sean Connery.
Se ve con agrado aunque, dejando aparte su argumento, no sea difícil recordarla bien pasado un tiempo.

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