Baxter, Vera Baxter (1977)

Juro que intenté ver el film librado de todo prejuicio. Pero es que siempre me pregunté acerca de dónde nace o se crea el prestigio de Marguerite Duras.
El film es de una mediocridad horrorosa, ni siquiera intentan disimularlo, solo te obligan a aceptar “el pretexto” de que así está concebido, de que es adrede, como si planificar algo aburrido y mortalmente lento y mezquino justificara su creación.
Es un pretexto fuertemente dogmático, casi tan dogmático como las sociedades hitlerianas y comunistas que tanto criticaba la señora Duras.
¿Por qué debo aceptar la inmovilidad, un guion mediocre, unos movimientos de cámara vergonzosos, una puesta de escena anodina?
¿Solo porque lo sostiene y así lo impone Marguerite Duras?
Hay momentos largos en los cuales el guion se reduce a “Si” y “No”, pareciera que se están burlando de manera descarada del espectador.
Los paisajes: completamente desperdiciados y desperdiciados doblemente, desde la fotografía, (que es infantil y técnicamente mala) , y desde lo narrativo.
Solo se usa como “relleno” ¿Hay alguna otra forma peor de bastardear el paisaje en el cine?
Los actores confunden desgano y apatía con parsimonia y lentitud…es más uno de los personajes se duerme en una escena…casi podría decir que está rompiendo con la cuarta pared, porque es exactamente como nos sentimos los espectadores: adormilados y hastiados.
Como si esto no fuera suficiente, la música, repetitiva y machacona, descontextualizada por completo… ¿Acaso no tenía amigos que le compusieran gratis? Para colmo es un intento de música pseudo andina deplorable.
La película no atrapa, ni siquiera hipnotiza, solo la puede ver completa, por honestidad intelectual. Me causa estupor como estos proyectos pueden haber conseguido dinero para su realización…solo, tal vez, por el prestigio de una “intelectual” como Marguerite Duras.
Un film deshonesto, completamente mediocre, de una mediocridad que se auto satisface de ella misma y que intenta, sin lograrlo, que perdamos la fe, en las maneras sencillas y profundas de contar una historia con dos actores y una puesta de escena mínima pero inteligente.

P.D: la presencia de Gérard Depardieu es simplemente anecdótica, desperdiciado hasta en los pocos minutos que aparece en escena.