My Dog Tulip (2009)

Aunque por el argumento (la relación entre un hombre y una perra) pueda parecer una cinta infantil, la cinta está dirigida a los adultos, no sólo por los trazos gruesos de la animación sino por el enfoque de esa relación y el lenguaje literario de la narración. Basada en un libro autobiográfico que cuenta la relación durante 15 años a mediados del s. XX en Inglaterra entre un hombre mayor, sin mucha idea acerca de comportamiento canino, y la Tulip del título una perra pastor alsaciano (o lo que es lo mismo, una pastor alemán de pelo largo).

Todos los que hayan tenido perros pueden verse perfectamente reflejadas en muchas de las situaciones que vive el protagonista, tanto las divertidas como las embarazosas, siempre contadas con un tono de humor y nada sensiblero. Porque aunque el tema se presta para momentos lacrimógenos (como nos tienen acostumbrados la mayoría de películas "de perros"), en ningún momento se decanta por esa vía, quedando simplemente en la ternura que genera esa relación. Pero no sólo quienes tengan o hayan tenido perro la disfrutarán, cualquier amante de los perros encontrará divertidas las situaciones por las que pasan los protagonistas.

Otro punto a destacar son las voces en la versión original. El protagonista es el oscarizado Christopher Plummer ("Sonrisas y Lágrimas"), pero también cuenta con voces de actores conocidos en los papeles secundarios como Isabella Rossellini o Lynn Redgrave.

Esta sencilla pero emotiva y bien lograda película de animación, es una verdadera obra de arte, que no necesitó un gasto millonario en efectos visuales, demostrando que se puede hacer cine animado de calidad sin necesidad de sumas astronómicas en su presupuesto. Este filme está basado en las memorias de J.R. Ackerley, llamada 'My Dog Tulip' (Mi perra Tulip), y cuenta la historia de este hombre y la relación que tuvo con su perra Tulip, una relación que fue creciendo pese al mal comportamiento que tenía Tulip, un pastor alemán hembra que solo podía vivir con Ackerley, él era el único que la podía cuidar y querer de la manera en que lo hizo.

Los que tienen o han tenido un perro, la disfrutarán bastante, porque verán reflejada la conducta, el cariño y la lealtad de sus canes en las de Tulip, y quizá la devoción y orgullo que han sentido como compañeros de estos magníficos animales, al igual que alguna vez lo hizo J.R. Ackerley.