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El último viaje del juez Feng (2006)

El último viaje del juez Feng
101 min.
6,2
615
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Sinopsis
Provincia de Yunnan, al sudoeste de China. Un tribunal ambulante recorre los sinuosos caminos en su gira anual. El viejo Feng es el juez. Su secretaria, Yang está a punto de jubilarse. Les acompaña el joven juez Ah-Luo, que se estrena en esto de las giras. Un caballo viejo transporta la insignia nacional, los expedientes y todas sus pertenencias. Un viaje fuera de lo común por la China rural y sus minorías étnicas, en donde, a través de los conflictos, se nos muestran tradiciones y leyes ancestrales y cómo la justicia del Estado choca con la sabiduría campesina. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Vida rural
Dirección
Reparto
Año / País:
/ China China
Título original:
Mabei shang de fating (Courthouse on the Horseback)
Duración
101 min.
Guion
Fotografía
"La espectacularidad del paisaje y el evidente interés general de la temática se enfrentan a la quietud de la puesta en escena (...) y a la tardía aparición de un verdadero drama con el que el espectador pueda implicarse del todo."
[Diario El País]
"Documento etnográfico de limitado interés dramático (...) escasa desenvoltura de una narración que podría dar de sí más de lo que ofrecen sus imágenes. (...) Puntuación: ★★ (sobre 5)."
[Diario El Mundo]
9
HISTORIA PRECIOSA DE UN JUEZ RURAL QUE SE DORMÍA ANDANDO GRANDES DISTANCIAS
"Tribunal o Juzgado a caballo". Todavía hay en la China recóndita, rural, más alejada de las ciudades, jueces que pasan cada equis tiempo por aldeas remotas para juzgar y arreglar conflictos de intereses entre los aldeanos. El juez Feng es uno de estos magistrados, un hombre con más de medio siglo, muy bregado por años recorriendo a pie caminos polvorientos y montañosos, en compañía de una colega nativa de la región, contratada por el Estado chino como ayudante e intérprete del dialecto local (no por estudios universitarios), y ahora, en este viaje que nos narra el filme, también acompañado por un joven juez recién salido de la universidad y con la actitud prepotente de quien se cree que lo sabe todo porque acaba de obtener una titulación, aunque en realidad sea un ignorante de las relaciones humanas en el medio donde ha de ejercer.

Película de mucha hondura espiritual y humanística. Deliciosa de ver porque muestra la función social de poner paz y justicia, en su expresión más natural, llana y efectiva para el pueblo, ejercida por un hombre que sabe más por viejo sumido en la periferia humilde del mundo que por ciudadano subido a la cresta de la ola exitosa de la gran ciudad.

Pero, este aparente juececillo trabajando en una labor de funcionario pobretón, en el fondo está más acorde con la vida que el juez Garzón o cualquier otro perteneciente a Tribunales Supremos de Justicia: está menos politizado y es menos dependiente "de facto" del Poder Ejecutivo de su Estado-Nación (como dice el refrán: "Del jefe y del mulo cuanto más lejos más seguro"); además, goza de lo que Garzón u otros famosos y ricos jueces no pueden, de la práctica de la justicia útil, sin burocracia endiosada a más importante que el HACER JUSTICIA; encima tiene gratis y cotidianamente aire puro, paisajes magníficos, Naturaleza espléndida rodeando su transcurrir; y por supuesto ¡el contento de vérselas con gente todavía conectada a la sencillez y al vivir pausado, poco artificializado, donde los viejos y tranquilos valores no han sido desplazados por la prisa amenazante de relojes o teléfonos!

Dado que el juez Feng representa la calma, el paso lento, integral y contemplativo de ser, nunca estará patrocinado por mandamases como el Banco Santander o ING, que lo que potencian son la supervelocidad de deshumanizantes efectos secundarios, la marginación del respirar sosegado, la tiranía del ritmo desquiciante, cuya imagen es representada por tipos como Fernando Alonso o Luis Hamilton y sus bólidos.

Y al fin y al cabo, ¿no tenemos que acabar todos premiosamente solos, unos con un perrito en casa, otros con una mujer que te lleva al hospital para que no le ensucies la cama y otros junto a un caballo y la vasta Naturaleza? Al menos el juez Feng lleva su mente repleta de Naturaleza gratificante y de contacto con personas que aún viven sin achuchones, lo cual no es poca dicha en un mundo cada vez más globalizado en lo artificioso desnaturalizador.

Fej Delvahe
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29 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
CONTRASTES EN LA CHINA DE HOY
El juez Feng y su ayudante la Tía Yang, acompañados por el joven juez Ah-Luo, inician un viaje de trabajo por varios pueblos del cantón de Ninglang, situado en las montañas de la provincia de Yunnan, al sudoeste de China, y aislado del resto de la región por peligrosos senderos. Resuelven pequeñas disputas entre vecinos de pueblos recónditos, encaminados por un caballo que lleva a cuestas el emblema del gobierno. Significativo es el título en inglés de la película: “Courthouse on the Horseback”.

Feng, quien a lo largo de los años ha adquirido sentido de la legalidad, respeto por las tradiciones y por la complejidad de los seres humanos, y su colega, que le secunda aplicando tacto psicológico a los asuntos, se hacen de respetar a base de adaptar el derecho vigente a las leyes consuetudinarias. Contrastan con el inexperto e idealista Ah-Luo, quien no comparte la idea de Feng sobre la justicia. El viaje da cuenta de la difícil aplicación práctica de lo instruido en la Universidad, así como la labor conciliadora de los jueces rurales.

La ambientación, la cuidada fotografía y la interpretación de los personajes hacen que la película, sobre todo en su primera mitad, aparezca como un documental. Estupendas las canciones populares chinas que se oyen sobre un enorme desfiladero. Estupendo también el traje de la novia y resto de vestuario. Pero a medida que avanza la película se va añadiendo más trama al argumento, por lo que no pierde intensidad dramática ni se hace larga, dura 101 minutos.

Como en la mayoría de películas chinas, los personajes no hablan mucho (es recomendable verla en VOS), pero se les entiende a la perfección. Estupendos los proverbios chinos. La mejor escena es cuando el juez y su colega hablan antes de separarse, mientras ella lava su camisa. “Tu vida entera puede resumirse en el tiempo que se tarda en lavar una camisa”.

Es un drama que trata, no exento de algún toque de humor, los cambios generacionales y culturales, y en definitiva el destino humano, plasmando los enormes contrastes de la china de hoy, que en el siglo XXI todavía cuenta con ésta región de unos 200.000 habitantes donde una de sus 12 minorías étnicas, los Moso, sigue rigiéndose por un sistema matriarcal. Estupenda la escena en la que ven por primera vez la televisión.

Y ofrece también una muestra de las políticas que ha implantado el gobierno chino como la del único hijo o el reclutamiento de funcionarios entre las minorías étnicas (para veinte años más tarde jubilarlos por carecer de título).

Recomendable. Una buena película para ver en el año olímpico.
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22 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
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