En su propia defensa (1999)

Producción con tono y carácter televisivo, que cuenta con la destacable presencia de la ganadora del Oscar Marlee Matlin, en un relato de intriga y pasión correcto, construido a partir de una trama de infidelidades e intereses.
Marlee Matlin llena la pantalla con su belleza y transforma su apariencia angelical en un arma de doble filo, consiguiendo alejarse de cualquier encasillamiento, por desgracia, esta mujer tiene limitadas sus posibilidades para trabajar en otros papeles.
La trama tiene un comienzo precipitado, sobre todo a la hora de desarrollar la relación pasional que surge entre los dos protagonistas, pero era necesario, puesto que no hay mucho mas que contar.
Rellena gran parte del argumento con escenas de cama edulcoradas, dejando en evidencia la simpleza del guión, que se olvida de la trama de suspense para desarrollar mas la historia de amor, para finalmente dejar algunas pinceladas de misterio, con soluciones precipitadas y poco coherentes, a pesar de todo, es un entretenimiento pasajero, que consigue mantener el interés por alcanzar su resolución.
Utiliza la presencia de dos pseudo estrellas que adquirieron renombre en su época, como Michael Dudikoff y la ya citada Marlee Matlin, que las mata callando, sin duda lo mejor de esta producción televisiva.

La intriga se lleva bien con el fiscal hablando del “crimen perfecto” y por otro lado mostrándonos como se resuelve el juicio de los protagonistas.
El problema es que el argumento tiene muchas trampas (mal colocadas) y un giro final paupérrimo (lección de cómo cagar una película) que no hace justicia al comienzo interesante.
Los actores cumplen aunque el hecho de que la chica sea sordomuda está muy mal llevado (hay veces que él le habla al oído y ella entiende).
La fotografía y el sonido no colaboran mucho.

Lo mejor: las escenas judiciales son entretenidas.
Lo peor: el giro final.