Trailer (ESPAÑOL)
- Sinopsis
- Eloy es un adolescente de diecinueve años que trabaja junto a sus padres. Su trabajo consiste en repartir lápidas y figuras ornamentales en las sepulturas que atiende el negocio familiar en el cementerio de la ciudad. Al morir su padre, Eloy ve acelerar el tiempo que lo llevará a madurar en un mundo hostil y ajeno. En el camino conoce a Beatriz, una joven andaluza, que mediante el aprendizaje de ciertas prácticas sexuales le permitirá acceder a zonas desconocidas de su espíritu y de la realidad. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Erótico
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 2008 / Argentina
- Título original:
- No mires para abajo
- Duración
- 87 min.
- Guion
- Música
Premios
2008: Festival de Montreal: Mejor película latinoamericana
Ni con 81 impulsos...
26 de julio de 2009
Dice Eliseo Subiela, el director de “No mires para abajo”, que esta es la película que le hubiera gustado ver en su adolescencia. Y seguramente gran parte de los problemas de este film, al que hay que reconocer sus grandes dosis pedagógicas, están precisamente en que Subiela ha realizado una película temporalmente desubicada. Pretender educar sexualmente al público en la era de la ciber.información se antoja como una empresa atrevida pero con pocas posibilidades de salir exitoso, y hacerlo con la historia de una pareja que le pone nombre de persona a sus órganos genitales es tantear demasiado el ridículo para acabar irremediablemente cayendo en él.
La película tampoco funciona como historia de amor, que al fin y al cabo no es otra cosa, pues, y a pesar de todas las posturas y numeritos eróticos, la pareja protagonista no transmite ningún tipo de magia ni pasión y los esfuerzos de Subiela por darle a la cinta un tono poético impregnado de surrealismo desembocan en pobres resultados. Solo algún aislado pasaje, como el abrazo al ciprés en las alturas, dejan ver algún poso de inspiración en el director argentino. Escaso bagaje para una película que ni a estas alturas puede escandalizar a nadie, ni su historia de amor tiene la suficiente fuerza para llegar a provocar demasiadas emociones a un público que ni con 81 impulsos acaba de quedar satisfecho.
Lo mejor: los diálogos entre los dos hermanos.
Lo peor: su apariencia de película pasada de moda.
La película tampoco funciona como historia de amor, que al fin y al cabo no es otra cosa, pues, y a pesar de todas las posturas y numeritos eróticos, la pareja protagonista no transmite ningún tipo de magia ni pasión y los esfuerzos de Subiela por darle a la cinta un tono poético impregnado de surrealismo desembocan en pobres resultados. Solo algún aislado pasaje, como el abrazo al ciprés en las alturas, dejan ver algún poso de inspiración en el director argentino. Escaso bagaje para una película que ni a estas alturas puede escandalizar a nadie, ni su historia de amor tiene la suficiente fuerza para llegar a provocar demasiadas emociones a un público que ni con 81 impulsos acaba de quedar satisfecho.
Lo mejor: los diálogos entre los dos hermanos.
Lo peor: su apariencia de película pasada de moda.
[Leer más +]
28 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Despacio, despacio.
26 de julio de 2009
La nueva película del argentino Eliseo Subiela nos acerca al mundo del sexo tántrico a través de la relación iniciatica de un joven y su maestra en las artes amatorias. Lo hace recreándose en la fina línea que separa la vida de la muerte, el orgasmo del vacío absoluto. La relación Eros-Tanatos configura el eje primordial del film y dota a este de un aura filosófica, casi mística, con la que el director consigue recrear una atmósfera cercana al realismo mágico típicamente sudamericano.
No obstante, y siendo una película definida como erótica en la que unas tres cuartas partes del metraje consisten en una pareja manteniendo relaciones sexuales, la historia aburre y no consigue levantar el vuelo en ningún momento. Declaraba Eliseo Subiela que había pretendido hacer un film anti-pornográfico, y a fe que lo consiguió. A pesar de los esfuerzos de la actriz protagonista, la falta de pasión de las escenas eróticas es muy evidente. Todo en ellas es demasiado aséptico, y queda reducido a un pequeño surtido de posturitas que parecen preparadas para ser fotografiadas para un tratado sobre el kamasutra. Eso sí, filmadas de manera que no se vea más de lo que podría ser considerado políticamente correcto, hay que ser atrevidos pero hasta un cierto límite.
Así pues, el verdadero sentido de la película queda desvirtuado por la falta de osadía para hacer un film auténticamene erótico. Y detrás de eso, poca cosa queda, porque las subtramas que acompañan a la historia principal, son tan flojas como prescindibles. Recuerdos de infancia del chico protagonista, encuentros sonámbulos con su vecina, algún diálogo ocurrente con su hermano ... Muy poco para sostener una propuesta mínimamente interesante. El ritmo lento y sosegado de la filmación, acaban volviéndose en su contra y termina por pasar factura, pues lo peor que le puede pasar a un cinta de este tipo es que el espectador acabe bostezando antes de haber llegado al clímax.
No obstante, y siendo una película definida como erótica en la que unas tres cuartas partes del metraje consisten en una pareja manteniendo relaciones sexuales, la historia aburre y no consigue levantar el vuelo en ningún momento. Declaraba Eliseo Subiela que había pretendido hacer un film anti-pornográfico, y a fe que lo consiguió. A pesar de los esfuerzos de la actriz protagonista, la falta de pasión de las escenas eróticas es muy evidente. Todo en ellas es demasiado aséptico, y queda reducido a un pequeño surtido de posturitas que parecen preparadas para ser fotografiadas para un tratado sobre el kamasutra. Eso sí, filmadas de manera que no se vea más de lo que podría ser considerado políticamente correcto, hay que ser atrevidos pero hasta un cierto límite.
Así pues, el verdadero sentido de la película queda desvirtuado por la falta de osadía para hacer un film auténticamene erótico. Y detrás de eso, poca cosa queda, porque las subtramas que acompañan a la historia principal, son tan flojas como prescindibles. Recuerdos de infancia del chico protagonista, encuentros sonámbulos con su vecina, algún diálogo ocurrente con su hermano ... Muy poco para sostener una propuesta mínimamente interesante. El ritmo lento y sosegado de la filmación, acaban volviéndose en su contra y termina por pasar factura, pues lo peor que le puede pasar a un cinta de este tipo es que el espectador acabe bostezando antes de haber llegado al clímax.
[Leer más +]
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre No mires para abajo
Fichas más visitadas