En algún lugar de Palilula (2012)

Palilula es un singular destino, escondido en algún lugar de Rumanía. La población a la que se accede, esperando en un desierto nevado y brumoso una máquina de tren que aparecerá por cualquier punto cardinal, no tiene niños pero sí una sección de pediatría, en un amplio hospital lleno de pacientes sanos y médicos enfermos. Allí es enviado Serafim y acabará atrapado como una mosca en una tela de araña, porque el surrealista mundo que se abre ante sus ojos es tan embriagador que acabará con cualquier resistencia de la voluntad.

Silviu Purcarete es un nuevo realizador con una amplia trayectoria como dramaturgo, faceta que no quiere ocultar en esta teatral puesta en escena que parece un compendio de admirables influencias. O es una impresión mía, o entre los mortales y fantasmas que pueblan Palilula andan: Fellini, Kusturica, Tornatore...... e incluso el espíritu de Amanece que no es poco, no sabemos si de forma casual o forzada.

No ha conseguido enamorar al público de la Seminci 2012 que en la sesión a la que yo asistí abandonó la sala irrespetuosamente, en forma de goteo, molestando de forma continuada a quienes intentábamos concentrarnos para saltar dentro de la pantalla y compartir con los palilulienses vodka, whisky y ancas de rana.
Esto deben hacérselo mirar los organizadores, tal vez si regalan menos pases conseguirán que vayan al cine quienes gustan de él, quienes entienden que las películas difíciles tienen derecho a ser proyectadas y quienes, salvo que la tripa o la vejiga lo exijan, aguantan por consideración con los demás la tentación de salir corriendo.

Humor surrealista en una comedia “teatral” donde todo es absurdo, caricaturesco, grotesco, exagerado, repetitivo y divertido. La música presente en todo momento juega un papel importante en la puesta en escena. Es un tipo de cine para un público que no necesita de grandes producciones para divertirse. Personalmente me parece una gran película.