Las alas de la ambición (Serie de TV) (2022)

Una jóven becaria quiere aspirar al primer puesto en una empresa de telecomunicaciones. El primer puesto está siendo ocupado por una conductora de TV ya entrada en años, pero que todavía da pelea. A partir de esta rivalidad mil veces vista, Como vuela el cuervo construye una trama que dispara hacia varios frentes, y de diversas formas.

La serie no se define netamente en un género. Comienza como un drama de intrigas, luego se vuelca hacia el melodrama telenovelesco y coquetea con el thriller pero solo en momentos específicos. Por su parte, tenemos un narrador en off que relata los hechos como si de una jungla se tratase; luego las reflexiones simples pero efectivas de los protagonistas (siempre oscilando entre lo sociológico y lo intimista). Finalmente, la trama se estructura en tres partes bien diferenciadas: presentación del conflicto entre las dos protas; más tarde melodrama para la comparsa que las acompaña para llegar a un tercer tramo donde la rivalidad inicial explota.

La mirada general de la serie trata de situarse a favor de ambas protas, intentando quedar bien parada frente a dos generaciones con motivaciones muy distintas. El desarrollo de ambas personalidades queda mucho mejor delineado cuando se trata de trazar el perfil de la veterana, son claros sus intereses y sus valores. Sin embargo, cuando el guión se posa en la jóven la cosa chirría, simplificando sus acciones a "yo quiero esto" mediante una obsesión in crescendo que la domina. No la conocemos demasiado y tampoco parece importarle a la dirección.

Por último, vale destacar la lectura a vuelo de pájaro sobre como han cambiado los medios de comunicación en su manera de generar noticias. Nuevamente, la ejecución de este concepto es simple y directa, sin matices. Como vuela el cuervo queda así plasmada como una serie que logra zafar dignamente de todo lo que plantea, apelando a una narración "de tres acordes" que no destaca, pero tampoco llega a decepcionar.

La trama nos presenta a Lale Kiran, la ‘reina’ del rating noticiario de un canal nacional de renombre y en consecuencia, el ente aspiracional de una jovencita estudiante de comunicaciones que termina confundiendo admiración con envidia y posteriormente una repulsión incalculable.

Tal como sucediera con su título (“Como vuela el cuervo” ó “Las alas de la ambición”), esta ficción turca se hilvana a partir de simbolismos y metáforas en su puesta en escena, aludiendo quizás que para volar tan alto como queremos hay que actuar tan bajo como para lograrlo y, una vez la confianza otorgada, sacar los ojos como los buenos cuervos.

En sí, la serie a pesar de su corta duración (8 episodios de 40 mins para una primera etapa) termina decantándose más hacia la subtrama afectiva que a lo planteado brillantemente en sus dos primeros episodios, en donde la ética de la información aunado a la dicotomía de lo correcto frente a lo emergente; la fama o “ser una más”; las manipulaciones, cotilleos y puñaladas traperas con tal de llegar a la cima hacían que esta fuera un futuro referente para ficciones periodísticas. Así, podemos decir que salvo sus dos primeros capítulos la serie solo vuelve a recuperarse del descenso justo en su tramo final con la carta abierta a una posible continuación, desde luego.

"Como vuela el cuervo" no resultará imprescindible a diferencia de otras en su misma línea, más bien se vende así por lo que prometía: la forma en que los panfletos (o rumores) ya se vuelven una verdad solo por un número abrumador de 'replies' y la revisión de verdaderos fines de peso en medio de los objetivos vacíos y frívolos de una generación que busca y ansía todo fácil, aprobación instantánea y éxito inmediato pero una vez lo tienen no saben qué hacer con ello, muy como mencionan en alguna escena: “en la cima no hay nada, solo arena y lo peor es que tienes que luchar para no bajarte de ahí”.

LO MEJOR: Su protagonista (antagonista), la odias o la aborreces.
LO PEOR: Arranca con ímpetu y el desarrollo resulta siendo tibio.