Espectro (Más allá del fin del mundo) (1978)

Antón y Daniel (interpretados Eduardo Fajardo y Daniel Martín respectivamente) son dos hermanos científicos especializados en espeleología que retan a permanecer bajo tierra, en el centro de la misma, unos cuantos meses para desafiar a lo que ellos consideran una nueva forma de olvidar un mundo cruel e injusto y cuyas posibilidades con su nuevo experimento . A su regreso a la superficie comprueban horrorizados que el tiempo se ha detenido y que la esfera solar permanece siempre en su misma posición con sus días sin noche y que toda la población mundial ha perecido. Los dos hermanos sin embargo no son conscientes que alguien tiene otro plan para ellos.

Cuando el Cine Español no estaba organizado como tal y cada uno se sacaba el dinero de sus bolsillos para financiar sus proyectos, Manuel Esteba (que perpetró esa parodia patria de “E.T” como fue “El ETE y el OTO” con los hermanos Calatrava amenizando la función) se arriesgó sin mucho pulso, pocas ganas pero ilusión de abordar el “day after” como entrada tardía del terreno de la Ciencia-Ficción en la península ibérica, actualmente más que cosechado gracias a la incursión de consolidados maestros del fantástico como Jaume Balaguero, Alejandro Amenábar, José Antonio Bayona o los hermanos Alex y David Pastor. Pero Esteba en esos años de transición se atrevió a correr y tal vez demasiado en una demanda de público que prefería el neo-hollywood al destape (lo digo porque entre los dos protagonistas masculinos de “Espectro” aparece Inka Maria, musa del cine “S” de la época, ataviada como una discreta secretaria pero desvestida como una nueva Eva y procreadora de un nuevo mundo que se abre después de un cataclismo algo amenizado con mal color y música de sintetizador). Lo mejor es que dejaron la financiación del film en los exteriores: desde Tenerife a la Catalunya rural o exteriores en Montserrat (cuevas de Collbató).