La excavación (2021)

Basada en la novela de John Preston de 2007, que se basó a su vez en hechos reales: era sobrino de una de las excavadoras Sutton Hoo, en los meses de julio y agosto de 1939, poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial (el 1 de septiembre Alemania invade Polonia).
El guión de Moira Buffini, guionista con amplia experiencia en teatro televisión y cine (Jane Eyre, 2011), es redondo.

La historia trata sobre la viuda de un militar, que tiene un presentimiento sobre una posible excavación dentro de su propiedad. Ella es rica, culta, refinada, y de clase alta. En un principio la actriz seccionada iba a ser Nicole Kidman pero al final el papel fue para Carey Mulligan. Su interpretación es muy buena, acorde con el resto del reparto.

Ella contrata a un excavador autodidacta que dejó la escuela a los 12 años, casado y sin hijos. Correcto y humilde es un apasionado de su trabajo, gran conocedor del terreno y muy leal sus principios. Lo interpreta Ralph Fiennes, que está fantástico. Muy comedido en su actuación se nota el poso de buen actor, su veteranía.

La presentación de los personajes es rápida y concisa, muestra la pasión de ambos por la arqueología (escena de ellos inspeccionando el terreno), junto con la del pequeño hijo de ella.

El resumen, la primera hora de la película, llena de ritmo con la excavación es fascinante.

Hay una trama paralela con Lily James y su marido, Ben Chaplin, arqueólogos, sobre los sentimientos y las relaciones, que es complementaria, y ayuda a descargar un poco la trama principal que está también bastante lograda, pues no es edulcorada.

En el plano técnico, la película es realmente brillante. La fotografía es exquisita con tonos ocres, lluvia, etc.
La realización es exquisita con un magnífico cuidado en la forma, con encuadres milimetrados, panorámicas de horizontes, planos picados o cenitales (imagen de ellos dos en un cajón de tierra),etc. La dirección de actores es igualmente destacada. Se nota el cuidado y la preparación dedicada.

Se muestra el proceso de excavación sin atajos, desde una primera fase más rudimentaria hasta después, con más medios materiales y humanos, más elaborada. Muestra un gran respeto y admiración por este oficio.
Asimismo se muestra un gran cariño por todos los personajes.
La corrección británica está presente en todo momento, parece uno de esos films clásicos de antes.

Los diálogos son más que correctos, con frases de las que se quedan :"es algo que durará más que cualquier guerra", o " desde la primera huella de una cueva, somos parte de algo continuo, así que realmente no morimos".

La atmósfera que se crea con un ambiente prebélico es también notable: llamada a la filas, notas constantes en radio sobre el avance alemán, aviones que sobrevuelan el cielo, pilotos de la RAF.
La música es excelente. Acompaña en todo momento; preciosas las notas de piano del final.

En definitiva una película que trata con meticulosidad y respeto la arqueología, y trata a todos los personajes que intervienen un gran cariño. La realización técnica es notable. Se sigue con atención, sin esfuerzo y la película constituye un homenaje.
En todo momento está presente el pasado (restos arqueológicos), el presente (la pasión por la excavación) y el futuro (muerte y legado).
Muy recomendable.

Me cuesta asumir que los buenos actores/trices son seres mortales que envejecen al igual que lo hace todo el mundo. Mi locuaz inconsciencia me hacía pensar que iba a ver a un Ralph Fiennes desatado y dejando patente su polivalencia como actor, desde su faceta del más indigno de todos los villanos (Amon Göth en "La Lista de Schindler") hasta su cara más romántica (Conde László Almásy en "El Paciente Inglés"). Pero no. Sus 58 años dejan entrever una madurez artística propia de un actor que no necesita desgañitarse para lograr una imponente presencia ante cualquier escenario. Simplemente brutal, al igual que una soberbia Carey Mulligan, cuyo papel presenta más altibajos emocionales.

Bien es cierto que solo con las actuaciones es difícil salvar una película, aunque, en este caso, se ven bien acompasadas gracias a un estilo narrativo bastante logrado que se sustenta fundamentalmente sobre una fotografía muy interesante.

En cuanto a la trama en sí misma, la película engloba una serie de historias profundamente dramáticas en torno a una excavación en la que todos los personajes se ven involucrados. Bajo un escenario previo al caos de la guerra, el ambiente se colma de sensibilidad con la afloración de cada una de esas historias, algunas con muchas virtudes y otras con muchos defectos, pero todas ellas sin desafiar nada que pretenda sorprender al espectador. En este aspecto y dadas sus semejanzas con cualquier otro drama superfluo, "La Excavación" se convierte en un producto tan fácil de digerir como de olvidar.

Lo mejor: Ralph Fiennes y Carey Mulligan.

Lo peor: La redundancia de algunos sucesos dramáticos.

Merece la pena ver "La Excavación" solo para disfrutar de la veteranía de Ralph Fiennes y la buena actuación de Carey Mulligan, sobre todo si eres de los que rechazan las sobreactuaciones cuando no convienen y en historias con poca chicha.