Grand Slam Opera (C) (1936)

En la década de los 30, Buster Keaton, la gran estrella del cine mudo, era una sombra de si mismo y su carrera y su vida personal estaba en absoluto declive. En 1932, su esposa Nathalie le entabla un proceso de divorcio por adulterio, en el que Buster se arruina. En 1933, es despedido de la Metro después de una discusión con Louis B. Mayer. En 1934 se marcha a Europa donde rueda una serie de cortometrajes sin ningún brillo.

De regreso a Estados Unidos, Keaton reencuentra a Charles Lamont con quien rueda varios cortometrajes de escaso éxito para la modesta productora Educational Films. "Grand Slam Opera" es, sin duda, uno de los mejores y en el que se puede atisbar parte del genio que le encumbró en su etapa muda y que no tuvo continuidad en el sonoro.

En este corto, Buster, un soñador de un pequeño pueblo llamado Elmer Butts, se va a Nueva York para probar suerte en un programa de radio para descubrir nuevos talentos, donde persiste obstinadamente en realizar un acto de malabarismo mudo que no tiene sentido para los radioescuchas. Elmer conoce a una chica, ella lo rechaza, y luego, cuando descubre que su apartamento está directamente debajo del suyo, hace una parodia de Fred Astaire y Ginger Rogers en "Top Hat" (1935). El baile de Buster es uno de los aspectos más destacados de la película, pero, en mi opinión, la mejor escena de la película es cuando está esperando en el hall de la emisora de radio para actuar y suena la música de una orquesta que está tocando un popurrí de melodías folclóricas de diferentes países y Buster, con sus 40 años, baila los diferentes estilos según van cambiando con una energía digna de sus mejores tiempos.

Es interesante destacar que la premisa central de la historia de Buster proporciona una especie de mensaje oculto sobre el estado de su carrera en ese momento. Lo irónico es que su personaje se niega a adaptar su número a las exigencias de un medio sonoro, la radio, e insiste en realizar un número mudo que, pese a todo, tiene éxito. En realidad, Buster Keaton todavía tenía muchos golpes duros por delante en su vida y su carrera pero por un breve momento, aunque sólo fuera en este interesante corto, nos muestra que su talento no se había apagado del todo.