El barón Brakola (1967)

Exiliado tras la Guerra Civil Española, Fernando Osés, fue actor, guionista, productor y director de cine en México, y también luchador y fue el guionista del primer filme de Santo, relación que se mantuvo durante varios filmes más. Aquí, además de guionizar la película, se reserva el papel de Barón Brákola, en un filme, que por fotografía, escenografía y desarrollo se asemeja más a un filme de los años 30 que de cerca de los años 70, alejado de los conceptos de la Hammer británica.

Es un filme al servicio de Santo, con lo que ello conlleva: combates repetidos e inacabables, resultando chocante ver un vampiro en el ring a pecho descubierto peleándose con nuestro héroe. El filme se desarrolla en dos épocas, siendo la del siglo XVIII protagonizada por otro actor, también enmascarado. Destaca la secuencia inicial, de escenografía de los monstruos de la Universal y esa música de terror de corte clásico.

Es un guión tremendamente ingenuo pero que hará las delicias de los seguidores del enmascarado plateado ¡nada mejor para un vampiro que una buena ración de tortazos made in Santo!

Una de la primera época del Santo, aún en blanco y negro, y en donde en esta ocasión tiene que enfrentarse al ¨barón Brákola¨, cuyo parecido con el conde Drácula es, obviamente, pura coincidencia.

Con unas escenas tétricas bastante curradas en la cripta del vampiro, y una historia que transcurre en 2 períodos temporales distintos (la actualidad y el pasado, donde tenemos a ¨El caballero de plata¨, antepasado del Santo que ya había visto en otra película posterior, la de ¨En el mundo de los muertos¨.

La trama se parece lejanamente a la historia de Stoker, con bastantes cambios, obviamente, pero guardando la idea.

En esta película me sorprendieron sobre todo los combates, en particular la primera pelea del ring, donde los golpes parecen mucho, mucho más reales que en otras ocasiones, costaba creerlos finjidos.

La peli no está mal, dentro de lo que suelen ser las pelis de este personaje. Como de costumbre, mucha acción y cosas sobrenaturales para entretener más. Se deja ver.