La habitación (2019)

Intenté ver 'Stalker' de Andréi Tarkovski, pero se me hizo eterna y lo dejé en la segunda parte, así que agradezco ver películas que parten de una idea parecida.

La peli está bien en su comienzo y en su desarrollo. Expone las ideas con claridad y atrae la atención del espectador. Lástima su desenlace no sea igual, porque la claridad desaparece por completo y el espectador puede salir chafado. En mi caso, no me ha convencido ese final para nada.

Lo que más me ha gustado es que incita la imaginación. Es imposible verla y no pensar qué harías tú con una habitación así.

Contar con Olga Kurylenko es un acierto. La chica es preciosa y no interpreta mal. Me ha soprendido que este film sea francés. Por lo general, los franceses no hacen nada más que bodrios anodinos.

Flojucho largometraje que combina thriller, ciencia ficción y gotitas de terror pero que no pasa de telefilm de domingo. Una pareja se compra una casa "en mitad de la nada" y descubren que allí hay una habitación que consigue otorgar cuantos deseos materiales pidan. El problema es que ella tiene deseos no tan materiales.

El escenario de "casa en mitad de la nada" ya nos predispone en contra de lo que está por llegar. ¿Cuántas veces lo hemos visto ya? Seguimos con que los dos protagonistas, una vez descubiertas las virtudes de la habitación, se comportan como absolutos idiotas. Luego a la mujer se le ocurre pedir lo que nadie en su sano juicio pediría. Y cuando el marido descubre los inconvenientes de tanto jolgorio ¿para qué decírselo a su pareja? Se lo guarda para que lo descubra ella por las bravas y a bocajarro. Qué gran marido.

Después empiezan con los giros de guión que, por momentos se tornan confusos (en lo concerniente al niño me recordó a la reciente "Vivarium") pero lo arreglan con un somero "es la habitación". Y a correr. Y no son suficientes para levantar un penoso arranque. Prescindible.