Un plan perverso (2018)

El bajo presupuesto del que disponen los artífices de estos telefilms, muy a menudo, resulta un impedimento para que se haga un subproducto interesante o que entusiasme. El caso es que, a veces, esa falta de dinero no resulta tan evidente si se emplea unas gotas de ingenio, creatividad o un argumento atrayente que, en definitiva, nos haga olvidar un poco el no poder contar con una fotografía atractiva, una música que apasione, o simplemente no poder ver a grandes estrellas de la actuación. Lo cierto es que este telefilm, como es lógico atendiendo a presupuesto, carece de dichos elementos, es decir, cuenta con mala fotografía, ausencia de BSO etc. Todo esto sería perdonable sí existiese aunque sea algún atisbo de creatividad, o se hubiese contado con un argumento menos rocambolesco, no tan retorcido, más inteligente, la trama se hubiese sostenido gracias a unas actuaciones más aceptables y el resultado final resultase, al menos algo creíble.
Pero que las actuaciones sean tan malas y el guión resulte tan forzado hacen que todo se convierta en un despropósito. Desdeluego que el inicio parecía pasable, al haber un poco de intriga conseguida, cierto que disipada al instante, pero que al final todos los personajes coincidan en un mismo sitio casualmente, la trama se resuma en tres reglones, y todos los malos se contradigan en sus propósitos iniciales, cambiando la forma de actuar y pensar... Por muy falto de buenas películas que uno esté... al final esta película no pasa de ser un experimento dominical de pocas neuronas y mira que soy poco exigente con algunas de estas americanadas entretenidas o telefilms soportables, pero todo ésto resulta una indecencia vista y repetida hasta la saciedad, y no será porque no lo advierten las puntuaciones de FA, pero que el nivel actoral sea tan bajo y que todo el transcurso de este film vaya acompañado de tan poca originalidad y encanto... En fin.