arrow

El defensor público (1931)

El defensor público
69 min.
6,0
49
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Disponible en:
Suscripción
Sinopsis
Una serie de noticias alteran sobre la existencia de un justiciero de identidad desconocida que firma sus acciones bajo el nombre The Reckoner". Entre la policía se sospecha que puede ser alguien con experiencia en servicios de inteligencia. Su estrategia se basa en ponerle cerco a hombres de negocios envueltos en la turbia quiebra de un banco. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Thriller Cine negro Intriga
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Public Defender
Duración
69 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
7
Batman antes de Batman (El defensor público, 1931)
El defensor público (1931) es una de las películas más desconocidas de los años treinta del cine negro de aquella década. Seguramente porque a diferencia de obras como Scarface de Hawks o de otras obras del momento, el protagonista es en realidad un justiciero enmascarado, que decide vengarse de los banqueros de Wall Street (recordemos que solo dos años antes de la realización de la película había trascurrido el crack del 1929). Una película que anticipaba lo que iban a ser los superhéroes, mucho antes de que estos tuvieran su lugar en el cine.

Batman antes de Batman

La película nos presenta a Pike Winslow, un millonario interpretado por Richard Dixie. De cara a la sociedad es el típico Dandy despreocupado, pero en realidad es de Reckoner, un "vigilante", que intenta enmendar una serie de crímenes que se han cometido. ¿Les suena? Efectivamente, hay muchas conexiones entre la doble personalidad Bruce Wayne/ Batman. Ambos son personajes que mantienen a propósito una fachada pública que les sirve de escudo frente a la realidad dramática de sus vidas. En esta ocasión, el personaje quiere vengar la afrenta que se ha cometido sobre su interés romántico, a cuyo padre han acusado injustamente de corrupción. 

No soy el único que ve las conexiones entre ambos personajes, como ya señaló también Kevin Grant en su libro Vigilantes: Private Justice in Popular Cinema*, en el que además también remarca el aspecto Pulp del personaje. Como vemos, la película propone algo bastante diferente a lo que se venía y se iba a hacer en el cine negro. Quizá por este motivo en cierta medida es una película totalmente desconocida, porque fue un callejón sin salida y no tuvo una continuación en el tiempo de manera inmediata.

A pesar de que se trata de una película que se encuentra en los inicios del cine sonoro, y que como ya sabemos, se trataban de películas donde el movimiento de cámara era mucho más limitado que el de los anteriores equipos de grabación, lo cierto es que El Defensor Público tiene algún recurso cinematográfico que resulta brillante, y que aporta esa frescura que choca con la rígidez del resto de la puesta en escena, mucho más estable.

Para la memoria queda especialmente la secuencia que transcurre a oscuras, en la que los personajes son iluminados de manera tenue durante unos segundos, mientras pasamos de uno a otro. Una secuencia que premonitoriamente parece anticipar muchos elementos que encontraríamos tiempo más tarde en el propio formato

Como estamos en los años treinta y el crack acaba de suceder, analizar sociopolíticamente la película resulta también interesante. A diferencia de la mayoría de películas del género, donde las historias están ubicadas por personajes que se mantienen al margen de la ley o que pretenden prosperar de manera criminal, aquí nos encontramos con una película que señala directamente a los grandes mandatarios de una empresa como los principales culpables. No se trata, no se me entienda mal, de una película revolucionaria, porque en ningún momento se cuestiona el sistema (de hecho la policía aparece como un agente del orden más que eficaz y cómplice con nuestro protagonista), pero si de una película que sabe reflejar el malestar de una sociedad sacudida recientemente por la crisis económica.

Conclusión

El Defensor público es una rareza de los años treinta. Se la clasifica como cine negro, aunque en realidad es una película que parece más bien anticipar lo que sería el prematuro cómic de superhéroes, que por aquel entonces se estaba gestando. Una película que si bien no es una obra maestra, si merece la pena verse precisamente por la curiosidad que puede generar como un antecesor perdido del cine tan de moda en nuestros días. del cómic. 

Crítica escrita por Cinemagavia.es

*GRANT, Kevin, Vigilantes: Private Justice in Popular Cinema, Ed.Mcfarland & Company Inc, North Carolina 2020, p.40
[Leer más +]
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Asombra
Richard Dix es el protagonista, gran estrella del cine mudo que transitó al sonoro con cierto éxito. Pelo engominado hacia atrás, brillante y lacio, entrado en kilos y con un porte señorial pero no engolado. Dirige una especie de oficina de ajustes de cuentas por el bien común, una especie de superheroe moderno, sin más poderes extraordinarios que su inteligencia y su dedicación.
La chica es Shirley Grey, que rodó 45 películas del 30 al 35, una auténtica barbaridad.
Purnell Pratt, y Boris Karloff antes de ser conocido por sus papeles de momia componen el equipo que ayuda al ajustador a realizar sus acciones, una especie de Batman clásico.
El director es para mi un absoluto desconocido. Un director de los muchos de aquella época, activo desde 1926 hasta 1942, años en los que rodó 35 películas. Esta es la única suya que conozco. No creo que sea de los directores que tengan muchas más editadas actualmente en DVD o Blue-Ray.
Tiene noventa años, que ya es decir, y se ve perfectamente, con un guión magnífico, una puesta en escena espléndida y un resultado óptimo. Ya le gustaría a muchas películas actuales estar tan bien sincronizadas como ésta...
[Leer más +]
Sé el primero en valorar esta crítica
Más información sobre El defensor público
Fichas más visitadas