Escena (INGLÉS)
- Sinopsis
- Howard Graham, un ingeniero norteamericano experto en armamento, llega a un hotel de Estambul, acompañado de su esposa. Esa misma noche, en una sala de variedades, sufre un atentado. El coronel Haki, de la policía secreta turca, le advierte que Peter Banat, un asesino a sueldo de la Gestapo, anda tras él; para garantizarle la seguridad, le obliga a zarpar en un barco con destino a Batumi, donde podrá reencontrarse con su esposa. En el barco viajan personas de dudosa identidad, entre ellas Banat. (FILMAFFINITY)
- Género
- Cine negro Thriller Espionaje Thriller psicológico
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1943 / Estados Unidos
- Título original:
- Journey Into Fear
- Duración
- 70 min.
- Guion
- Música
Casi una ful.
11 de junio de 2008
Las partes supuestamente dirigidas por Welles (fácilmente reconocibles), otorgan a esta cinta algo de empaque y prestancia.
Esos planos cumplen con el cometido de generar opresión y claustrofobia, metiéndonos por el ojo la sensación kafkiana de sombras y pequeños espacios que la película requería en su totalidad.
Pero pare usted de contar, los méritos acaban en esos planos y, quizás, en un cierto sentido del humor que aparece a ratos. El resto de la película es un ejemplo de horrorosa gestión del McGuffin (que ya asoma por aquí), de carnicería de mesa de operaciones (que no de montaje), de narrativa irregular, sin un trayecto claro, y de absurdos tijeretazos disfrazados de elipsis. Por no hablar de ese Welles (actor) apareciendo inopinadamente por las cornisas al final del metraje (y lo jodío es que el plano no deja de tener fuerza).
Son los momentos, son los planos, los que le dan el aprobado. Es ese final bajo la lluvia que, como debe ser, te cala hasta los huesos.
Esos planos cumplen con el cometido de generar opresión y claustrofobia, metiéndonos por el ojo la sensación kafkiana de sombras y pequeños espacios que la película requería en su totalidad.
Pero pare usted de contar, los méritos acaban en esos planos y, quizás, en un cierto sentido del humor que aparece a ratos. El resto de la película es un ejemplo de horrorosa gestión del McGuffin (que ya asoma por aquí), de carnicería de mesa de operaciones (que no de montaje), de narrativa irregular, sin un trayecto claro, y de absurdos tijeretazos disfrazados de elipsis. Por no hablar de ese Welles (actor) apareciendo inopinadamente por las cornisas al final del metraje (y lo jodío es que el plano no deja de tener fuerza).
Son los momentos, son los planos, los que le dan el aprobado. Es ese final bajo la lluvia que, como debe ser, te cala hasta los huesos.
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38 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escapando de las sombras.
22 de septiembre de 2012
No es el personaje de Graham, el del siempre eficaz Joseph Cotten, el de un hombre con carácter. Ahora bien, el argumento que a veces parece muy alegre y como improvisado, requiere de un personaje un tanto blandengue que deja que le separen de su mujer e incluso acepta salir del hotel sin su abrigo y su sombrero. Son detalles de un inicial cuidado en la puesta de escena.
El argumento se desarrollará sobre la intriga de si un tipo así (experto en armas pero que jamás ha disparado una pistola) logrará salir del peligro que le acecha.
Graham, el americano, debe ser eliminado porque los nazis no quieren interferencias en los distintos escenarios de la guerra, y para ello aparece el siniestro Banat. Con este hombre considero que la película es digna de un mayor reconocimiento. Sin duda, Banat es reflejo de la mente del Sr. Welles. Orondo, extraño, con pinta de vicioso… Un asesino profesional presentado, como se requiere en estos casos, con detalles de su personalidad fría: le gusta ponerse discos para oír música mientras se peina cuidadosamente y aunque el disco esté rayado aguanta con nervios de acero (dan ganas de pegar una patada a la gramola).
Estambul es un thriller ligero, curioso, con detalles elogiosos como el número del mago, el cómo la sola presencia del poderoso Welles imprime esa fuerza al coronel Haki, el trayecto en el barco con una artista que ve con buenos ojos al americano mientras éste sigue en peligro y un final acorde a lo presentado. Una curiosidad más que aceptable.
El argumento se desarrollará sobre la intriga de si un tipo así (experto en armas pero que jamás ha disparado una pistola) logrará salir del peligro que le acecha.
Graham, el americano, debe ser eliminado porque los nazis no quieren interferencias en los distintos escenarios de la guerra, y para ello aparece el siniestro Banat. Con este hombre considero que la película es digna de un mayor reconocimiento. Sin duda, Banat es reflejo de la mente del Sr. Welles. Orondo, extraño, con pinta de vicioso… Un asesino profesional presentado, como se requiere en estos casos, con detalles de su personalidad fría: le gusta ponerse discos para oír música mientras se peina cuidadosamente y aunque el disco esté rayado aguanta con nervios de acero (dan ganas de pegar una patada a la gramola).
Estambul es un thriller ligero, curioso, con detalles elogiosos como el número del mago, el cómo la sola presencia del poderoso Welles imprime esa fuerza al coronel Haki, el trayecto en el barco con una artista que ve con buenos ojos al americano mientras éste sigue en peligro y un final acorde a lo presentado. Una curiosidad más que aceptable.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
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