- Sinopsis
- Un piloto americano (McQueen) vuelve a Francia para participar en la mítica carrera automovilística de Le Mans, tras un año alejado por una herida. Allí se enamorará de la viuda de otro piloto que murió en el mismo accidente. (FILMAFFINITY)
- Género
- Acción Drama Deporte Coches/Automovilismo
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1971 / Estados Unidos
- Título original:
- Le Mans
- Duración
- 108 min.
- Guion
- Música
Premios
1971: Globos de Oro: Nominada Mejor banda sonora original
Sólo para adictos a la gasolina...
11 de enero de 2007
Ante todo, Le Mans NO ES CINE, es un soberbio documental disfrazado de película con actores, creado por un hombre enamorado de las carreras de automóviles, ese hombre se llamaba, y se sigue llamando, que coño!!!, Steve McQueen....
No, no es el director, pero metió pasta y empeñó su productora Solar en sacar adelante este proyecto que fracasó comercialmente.
Steve quedó fascinado por la magia de Le Mans, y no vió mejor manera de homenajear a esta carrera y a los hombres que en ella corrían y morían que llenar el circuito de cámaras de cine, algunas embarcadas en un Porsche que el mismo pilotó en carrera y con el que logró un meritorio 8º puesto final. Con todo ese material (horas de impresionantes tomas) montó una película cuyos diálogos escasamente llenarían un folio....
Esta obra maestra para todos los que amamos el ambiente único de Le Mans, se ha convertido por derecho propio en la MEJOR PELÍCULA de temática de carreras de coches de la Historia del Cine, muy por encima de Grand Prix, 500 Millas, Días de trueno o Driven.
Pretender valorar argumentos, guiones, angulaciones y movimientos de cámara o aspectos propios de otra clase de cine es taréa fútil y realmente sin sentido. Esto no es cine, es Le Mans, la carrera, sólo falta el olor a gasolina....
Ah!!!, y por si no se había notado hasta ahora: ME GUSTA!!! ¿Por qué?....Porque es HONESTA, no pretende nada, no aspira más que a mostrar la realidad, a ayudarnos a descubrir una carrera mágica. Steve, estés donde estés. GRACIAS!!!
No, no es el director, pero metió pasta y empeñó su productora Solar en sacar adelante este proyecto que fracasó comercialmente.
Steve quedó fascinado por la magia de Le Mans, y no vió mejor manera de homenajear a esta carrera y a los hombres que en ella corrían y morían que llenar el circuito de cámaras de cine, algunas embarcadas en un Porsche que el mismo pilotó en carrera y con el que logró un meritorio 8º puesto final. Con todo ese material (horas de impresionantes tomas) montó una película cuyos diálogos escasamente llenarían un folio....
Esta obra maestra para todos los que amamos el ambiente único de Le Mans, se ha convertido por derecho propio en la MEJOR PELÍCULA de temática de carreras de coches de la Historia del Cine, muy por encima de Grand Prix, 500 Millas, Días de trueno o Driven.
Pretender valorar argumentos, guiones, angulaciones y movimientos de cámara o aspectos propios de otra clase de cine es taréa fútil y realmente sin sentido. Esto no es cine, es Le Mans, la carrera, sólo falta el olor a gasolina....
Ah!!!, y por si no se había notado hasta ahora: ME GUSTA!!! ¿Por qué?....Porque es HONESTA, no pretende nada, no aspira más que a mostrar la realidad, a ayudarnos a descubrir una carrera mágica. Steve, estés donde estés. GRACIAS!!!
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50 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
El capricho fallido de McQueen
30 de septiembre de 2008
Fruto de la pasión de McQueen por el motor surge éste "Las veinticuatro horas de Le Mans", una película muy decepcionante. El problema en este caso es muy simple: el guión, o mejor dicho, la falta del mismo, porque ¡no hay guión! ¡no existe!. Simplemente se trata de una sucesión de imágenes más o menos encadenadas que muestran los automóviles en carrera a través de una planificación que intenta ser imaginativa. De vez en cuando aparece Mcqueen, suelta alguna frase intrascendente y vuelven las imágenes de los vehículos dando vueltas al circuito, y así continuamente.
Una lástima, ya que, en origen, el proyecto era muy ambicioso. Mcqueen pensó en dos directores de primer nivel: John Sturges (director que le lanzó al estrellato con películas como Cuando hierve la sangre y sobre todo Los siete magníficos y La gran evasión) y John Frankenheimer (que trató el tema en la muy superior Grand Prix). Los dos terminaron por apearse del proyecto. Para colmo el guión era continuamente torpedeado por las pretensiones del actor y acabó como acabó. Finalmente el film fue encargado al desconocido Lee H. Katzin, el cual, poco pudo hacer.
Es muy probable que los amantes del motor le encuentren muchos elementos de interés a esta cinta, pero también es muy posible que al resto de espectadores les provoque simple y llanamente un mortal aburrimiento.
Una lástima, ya que, en origen, el proyecto era muy ambicioso. Mcqueen pensó en dos directores de primer nivel: John Sturges (director que le lanzó al estrellato con películas como Cuando hierve la sangre y sobre todo Los siete magníficos y La gran evasión) y John Frankenheimer (que trató el tema en la muy superior Grand Prix). Los dos terminaron por apearse del proyecto. Para colmo el guión era continuamente torpedeado por las pretensiones del actor y acabó como acabó. Finalmente el film fue encargado al desconocido Lee H. Katzin, el cual, poco pudo hacer.
Es muy probable que los amantes del motor le encuentren muchos elementos de interés a esta cinta, pero también es muy posible que al resto de espectadores les provoque simple y llanamente un mortal aburrimiento.
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20 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
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