El sótano del miedo (1991)

Que decir de una de las películas más deliciosas que pude ver en mi infancia-adolescencia, es posible que ahora se vea algo cutre pero tiene todo lo que una película de aventuras necesita.

Dos malos muy malos, de una locura brutal caracterizados de tal manera que a los pocos momentos los odias, a medida que ves como son y han sido los odias más. Son como reyes absolutistas que oprimen al campesino y al que todo el mundo odia.

Una bestia maligna con la que pelear, un gran rottweiler.

Un héroe, en este caso un chaval (cosa que para los adolescentes mola) que lucha contra los malos utilizando su astucia en todos los recovecos que tiene en la casa ocultándose esperando a contraatacar.

Una damisela en apuros, la pobre hija, maltratada y olvidada del mundo que la rodea.

Un personaje cómico y entrañable, el hermanito de los muros, que como siempre se utiliza para dar giros cómicos primero y trágicos después.

Un escenario de batalla perfecto, una casa preparada para ser infranqueable, llena de trampas y con una zona prohibida, "el sótano" donde nadie quiere entrar donde parece que todo es maligno, fantasmagórico y aterrador. Allí sólo se entra para ser usado de alimento.

PALABRA CLAVE: emocionante.

PD: le clavo un 7 porque es algo cutre en diversos factores, hecha como con prisa. La historia aunque hecha de otra manera es la típica de aventuras.

No, no es una errata. El juego de palabras que conforma el título de mi crítica tan sólo pretende señalar, sencillamente, que “El sótano del miedo” es -a mi juicio- una peli mediana. O quizás mediocre. Pero no mala. No hasta el punto, al menos, de merecer un inmisericorde cate. Intentaré justificarme.

En primer lugar quisiera recalcar que “El sótano del miedo” no es, pese a su título, una peli de miedo. Y menos, de terror. Quizás consiga transmitir, en un momento dado, algo de tensión e intriga pero ¿miedo? ni de coña. Yo la calificaría, al igual que lo hace el amigo Capacitivo, como una bizarra y algo siniestra peli de aventuras prudencialmente aderezada con ligeras pinceladas de humor y gore. A partir de ahí habrá a quien le guste y a quién no. Pero lo que está claro es que “El sótano del miedo” es -única y exclusivamente- una peli de serie B. Y, como tal, ofrece lo que tiene que ofrecer: entretenimiento ‘low cost’. Ni más ni menos. Que nadie espere hallar en ella, pues, ese típico film de culto de reivindicación inmediata. No es el caso. Aún así, lo dicho. La peli de Craven cumple su objetivo dignamente. Y, sólo por eso, se merece el aprobado. Aunque sea raspado. Así pues, un cinco. Y andando, que es gerundio.