El plan de los vikingos (1995)

Película completamente desconocida inspirada en en las sagas islandesas, una especie de cuentos o relatos fantásticos sobre héroes legendarios y poderosos dioses similar a las leyendas de la mitología griega.

El argumento del film en concreto se basa en la saga de Njals, que significa literalmente Historia Bonita, sobre un guerrero nórdico, Kjartan, en busca de venganza por las injurias de un grupo de despiadados vikingos culpables de asesinar a su padre y arrebatarle sus tierras y a su amada Gudrun. Para ello buscará la ayuda de un legendario guerrero llamado Gunnar, quien lo entrenará para llevar a cabo su sangrienta venganza.

Pues bien, en base a esta historia tenemos un film que comenzando con interés termina naufragando en lo rutinario y poco inspirado.

El director Michel Chapman, director de fotografía responsable nada menos que de películas como Toro Salvaje y Taxi Driver, se muestra completamente incapaz de dotar al film de alma, de chispa o como se quiera llamar.

Los personajes completamente acartonados, no transmiten nada, los actores empezando por el prota, Ralf Moeller, un culturista alemán, campeón de Mister Universo, y recordado seguramente por muchos por su papel en Gladiator de Ridley Scott, cumple físicamente como el héroe de la función con su metro noventa de estatura y gran corpulencia, pero como actor es inexpresivo e incapaz de transmitir nada, no era el adecuado para este papel, Sven Ole Thorsen es exactamente lo mismo, un gigante musculoso pero horrendo como actor, curiosamente también participó en Gladiator al igual que Moeller.

Del resto de actores poco que decir, desconocidos, y mas bien mediocres, una rubia atractiva mostrando su bonito cuerpo para alegrar algo la vista y el ánimo y poco más.

La ambientación es la adecuada, para un película vikinga, fiordos, niebla, pequeños poblados, cielo gris, el problema es que termina siendo muy monótono pues todo practicamente ocurre en el mismo sitio, lo que acaba cansando.

Ahora bien, dentro de lo negativo reconozco que el film logra hacerse ameno, en parte a su muy corta duración, de apenas una hora y veinte minutos, suficiente para la que es una historia muy simple de venganza, las peleas aunque sosas estan salpicadas de sangre y un poco de gore y que pese a sus modestos medios no está del todo mal rodada, no cae en el ridículo como ocurre a otras sino que es consciente de sus escasas aspiraciones limitándose a entretener para pasar el rato y punto, que es lo mínimo que se le puede pedir a un film.