Los derechos de la mujer (1963)

Me decidí a ver esta película animado por la gran impresión que me causó José Luis Saénz de Heredia con su maravillosa "Historias de la radio".
Al igual que en aquella, se nota el oficio del director y de un reparto muy bien escogido. Mención especial para Javier Armet, que para mí ha sido una sorpresa, y que borda un personaje a ratos cómico y a ratos lleno de rencor y mala leche.

El comienzo es frenético, plagado de brillantes diálogos en los que el discurso machista típico de la época tiene siempre el contrapunto adecuado por parte de la protagonista femenina, mientras cada uno intenta mantener su estatus en la relación.

Poco a poco, el cambio de roles produce una la guerra de sexos que se les empieza a ir de las manos, y el ambiente se vuelve enfermizo....

Pues bien, lo que hasta aquí podría haber sido una crítica de una meritoria "Guerra de los Rose" a la española pierde todo su sentido al final. Por favor, acompáñenme al spoiler si quieren saber como estropear un gran film en media hora.

Sentí curiosidad al leer el título de la película y, aunque imaginaba lo que finalmente corroboré al verla, quise darle una oportunidad.

"Los derechos de la mujer" es, básicamente, una gran hostia de desprecio hacia la mujer. Todo, absolutamente todo, rezuma a misoginia. Los poco más de noventa minutos contenidos en esta cinta se quieren disfrazar de comedieta romántica para adoctrinar al personal femenino. El tono general (banalizar, ridiculizar y estigmatizar la figura de la mujer) es una constante invariable.

En cuanto a su calidad como obra cinéfila, poco o nada aporta al asunto.

Pros: que gracias a estos productos propagandísticos de regímenes autoritarios, paradójicamente, podamos contar con un valioso documento que arroja luz al régimen dictatorial y abiertamente machista.
Contras: que el franquismo sigue pululando en una España cada vez más retrógada.