Trailer (V.O. Húngaro con subtítulos en inglés)
Ver 2 más- Sinopsis
- Un tranquilo hombre vuelve al salvaje y aislado paisaje del Delta del Danubio. Es un laberinto de canales, pequeñas islas y vegetación demasiado crecida, donde los aldeanos viven ajenos al mundo exterior. Al joven hombre, que ha vivido fuera desde su infancia, le es presentada una hermana que nunca supo haber tenido. Es delicada y tímida, pero resuelta cuando decide unirse a él de camino a una cabaña en la orilla. Juntos construirán una casa sobre pilares en medio del río, lejos de cualquier otra persona. Un día, invitarán a los aldeanos a compartir una comida con ellos, pero resultará evidente que los habitantes locales no aceptan su relación "antinatural". (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Vida rural
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 2008 / Hungría
- Título original:
- Delta
- Duración
- 92 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Coproducción Hungría-Alemania;
- Links
Premios
Crónica de un festival: Parte II
16 de noviembre de 2008
"Delta", galardonada con el premio Fipresci en el pasado festival de Cannes, es un retrato minimalista de la ambición y la soledad humana. El joven director Kornél Mundruczó (en la que es hasta la fecha su tercera película) nos sumerge en una historia llena de sentimientos, una historia en la que dicen más los silencios que las palabras.
Los paisajes húngaros en los que se desarrolla la construcción de la casa, nos evocan a las selvas del Amazonas donde el fraile Diego Gaspar de Carvajal escribió las últimas páginas de su diario. Y es que es innegable encontrar similitudes entre esta película y el cine de Herzog, donde las fuerzas de la naturaleza dejan al ser humano en entredicho y donde sus protagonistas se aferran totalmente a la consecución de sus sueños sean cuales sean las consecuencias.
Discípulo de Bela Tarr, Mundruczó bebe de éste su incansable búsqueda de la perfección. Sin embargo, no tanto de los interminables planos que tan buen resultado le dieron a Gus Van Sant en películas como "Elephant", "Last Days" o "Paranoid Park".
Si he de ser justo, he de deciros que veáis esta excelente película.
Los paisajes húngaros en los que se desarrolla la construcción de la casa, nos evocan a las selvas del Amazonas donde el fraile Diego Gaspar de Carvajal escribió las últimas páginas de su diario. Y es que es innegable encontrar similitudes entre esta película y el cine de Herzog, donde las fuerzas de la naturaleza dejan al ser humano en entredicho y donde sus protagonistas se aferran totalmente a la consecución de sus sueños sean cuales sean las consecuencias.
Discípulo de Bela Tarr, Mundruczó bebe de éste su incansable búsqueda de la perfección. Sin embargo, no tanto de los interminables planos que tan buen resultado le dieron a Gus Van Sant en películas como "Elephant", "Last Days" o "Paranoid Park".
Si he de ser justo, he de deciros que veáis esta excelente película.
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16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inocencia interrumpida
1 de julio de 2009
Existe cierto cine de la Europa del Este que tiene unas características muy marcadas y una oscura personalidad muy asentada en unos paradigmas muy concretos. “Delta” contiene todos los elementos para ser incluida en este tipo de cine, que si bien no cuenta con muchos seguidores, no pasa por alto en festivales de la categoría de Cannes donde esta película fue nominada a la Palma de Oro.
Con un desarrollo lento, de diálogos escuetos y miradas silenciosas esta producción húngara navega con precisión sobre un guión anclado sobre el delta del río Danubio; escenario apropiado para abordar toda una serie de conflictos que tienen que ver en gran medida con las miserias del alma humana y los límites que sobrepasan lo razonablemente establecido.
La llegada de un desconocido joven a una aldea apartada, lejana al mundo exterior, el conocimiento de su hermana y su manera de proceder serán el caldo de cultivo de una sucesión de acontecimientos que tendrán como eje principal los sentimientos más amargos y escondidos del alma humana y que darán lugar a una explosión narrativa en triste contraste con la belleza del paisaje.
Una belleza paisajística que le servirá de excusa a Kornél Mundruczó para desarrollar una elegante sucesión de bonitas estampas, que complementarán a unos sinuosos y pausados diálogos para componer un ejercicio estilístico de aceptable factura.
Aunque en un principio todo resulta extraño, la fuerza de la costumbre consigue equilibrar una historia que poco a poco va cobrando vida propia y se aleja de tópicos banales para asentarse en unas calmadas aguas narrativas donde posteriormente la inocencia y la bondad se verán las caras con la envidia y la codicia. Una interrupción de la inocencia que será un brusco contraste con la paz de las imágenes y el devenir de la historia, pero que le dan la fuerza suficiente para componer una cruda metáfora sobre los oscuros pasajes del alma humana.
Son inevitables las referencias al cine de su compatriota Béla Tarr en la manera de afrontrar situaciones y de componer personajes y es bastante probable que estemos ya en condiciones de hablar de un cine húngaro con cierta madurez y personalidad para afrontar una nueva etapa de cine contemporáneo.
Aguas templadas y calmadas para navegar sobre el delta de un río que puede esconder alguna desagradable sorpresa final.
Con un desarrollo lento, de diálogos escuetos y miradas silenciosas esta producción húngara navega con precisión sobre un guión anclado sobre el delta del río Danubio; escenario apropiado para abordar toda una serie de conflictos que tienen que ver en gran medida con las miserias del alma humana y los límites que sobrepasan lo razonablemente establecido.
La llegada de un desconocido joven a una aldea apartada, lejana al mundo exterior, el conocimiento de su hermana y su manera de proceder serán el caldo de cultivo de una sucesión de acontecimientos que tendrán como eje principal los sentimientos más amargos y escondidos del alma humana y que darán lugar a una explosión narrativa en triste contraste con la belleza del paisaje.
Una belleza paisajística que le servirá de excusa a Kornél Mundruczó para desarrollar una elegante sucesión de bonitas estampas, que complementarán a unos sinuosos y pausados diálogos para componer un ejercicio estilístico de aceptable factura.
Aunque en un principio todo resulta extraño, la fuerza de la costumbre consigue equilibrar una historia que poco a poco va cobrando vida propia y se aleja de tópicos banales para asentarse en unas calmadas aguas narrativas donde posteriormente la inocencia y la bondad se verán las caras con la envidia y la codicia. Una interrupción de la inocencia que será un brusco contraste con la paz de las imágenes y el devenir de la historia, pero que le dan la fuerza suficiente para componer una cruda metáfora sobre los oscuros pasajes del alma humana.
Son inevitables las referencias al cine de su compatriota Béla Tarr en la manera de afrontrar situaciones y de componer personajes y es bastante probable que estemos ya en condiciones de hablar de un cine húngaro con cierta madurez y personalidad para afrontar una nueva etapa de cine contemporáneo.
Aguas templadas y calmadas para navegar sobre el delta de un río que puede esconder alguna desagradable sorpresa final.
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