Gift Horse (Glory at Sea) (1952)

"Gift Horse" empieza con una dedicatoria: “En 1940, cuando Gran Bretaña luchaba sola por su vida, Estados Unidos entregó cincuenta de sus destructores a la Royal Navy. Esta película está respetuosamente dedicada a sus hazañas y se basa en términos generales en las aventuras de uno de estos destructores".

En efecto, el destructor protagonista es el HMS Campbeltown y el film se basa libremente en la incursión realizada en 1942 en la que el barco, cargado con explosivos, tenía como misión embestir y destruir el muelle en el puerto francés de Saint-Nazaire, el único dique seco fuera de Alemania capaz de aceptar y reparar los acorazados alemanes Tirpitz y Bismarck.

El principal problema de esta película es que este episodio histórico solo ocupa una pequeña parte del metraje en la parte final. El resto del film es un producto británico típico de posguerra, rodado con pocos medios y bastante rutinario en el que hay poco que destacar. Asistimos a la reparación del barco, que está en mal estado, y sus posteriores maniobras, a los problemas personales de oficiales y marineros que incluyen las consabidas peleas en el bar y, por supuesto, no puede faltar un romance entre un oficial y una secretaria. Nada que no hayamos visto muchas veces y todo bastante plano y poco destacable. Se echan en falta, especialmente, más escenas en el mar y mejor rodadas porque las que hay son escasas y se nota en exceso que están filmadas en estudio.

Lo más destacable de "Gift Horse", además de la parte final que le da un poco de emoción, son sin duda las interpretaciones en las que sobresale por encima de todas el gran Trevor Howard, como capitán del barco. Está bien secundado por un notable elenco de actores británicos entre los que podemos nombrar a Richard Attenborough, Sonny Tufts, James Donald y Bernard Lee. El único papel femenino destacable lo ocupa Joan Rice.