Shall We Dance? (1996)

Sencillo argumento que nos presenta al Sr. Sugiyama, un hombre maduro, casado y con una hija, que lleva una vida monótona, después de la oficina, en el viaje de regreso a casa, el metro hace escala en una estación desde donde se ve la ventana de una escuela de baile, en la cual siempre aparece una joven y bella mujer que con su mirada melancólica logra cautivar a Sugiyama, esto le hace inscribirse para tomar clases, posteriormente logra descubrir que el baile le interesa mucho mas que la joven de nombre Mai Kishikawa, quien es maestra en esta escuela, y continua tomando sus clases a escondidas de su esposa quien llega a sospechar que su marido tiene una aventura amorosa.

Esta película es mucho mas que baile, tiene una historia sencilla pero que logra envolverte a los pocos minutos de iniciada, con una amalgama de personajes que van desde los pintoresco, cómico, hasta muy completos y extraños, no olvidaré la escena de la competencia, fue trágica y comiquísima a la vez, el enamoramiento platónico del Sr. Sugiyama y la peluca del Sr. Aoki.

Interesante, bonita y vistosa película japonesa que trata sobre la triste y gris rutina de un ejecutivo nada agresivo que un buen día se queda prendido del rostro de una mujer a la cual vislumbra a través de una ventana. Resulta que la chica en cuestión es profesora de bailes de salón, de modo que el ejecutivo, en su afán de conocerla, se apunta a su academia para descubrir, de paso, la pasión, el colorido y la belleza que venía a faltar en su vida. La historia es de lo más dulce y mantiene un magnético encanto hasta el quiebro final, al más puro estilo cine americano, que francamente le sobra. Pese a todo, mil veces preferible al remake americano con Richard Gere y Jennifer López.