Recovery (2016)

Un slasher que trata de hacer una critica al uso alienante del celular, y como nuestra vida entera está ahí, ese es su mayor logro, el resto es repite formulas, se copia de La masacre de Texas y tantas otras películas con familia de psicópatas, pierde el tiempo en tonterías y deja un montón de cabos sueltos, igual con todo es bastante entretenida, pero por sus innumerables incoherencias, y baches, no pasa de una propuesta más, de esas que se olvidan enseguida.

En cualquiera de sus dos visiones, a saber: terror adolescente hormonal y simpático y crítica metafórica del mundo dependiente de la tecnología y fóbico a la desconexión, la cinta, puesta de largo de su director, funciona notablemente.
No se le pueden pedir peras al olmo, eso es indudable, pero el entretenimiento asegurado, su tonteo con el torture horror y su nada dilatado metraje la hacen más que estimable.
Lo mejor: su falta de pretensiones, su arranque, brillante.
Lo peor: fallitos perdonables.
Recomendada queda para aquellos que no busquen cine sesudo ni terror contundente.