Trophy Wife (Serie de TV) (2013)

1) Malin Akerman, esa especie de copia barata (perdón, aún más barata) de Cameron Díaz, cuya comicidad ya me puso de los nervios en la comedia "Matrimonio compulsivo". Akerman es la "esposa trofeo" del título. Si el peso cómico de la serie recae sobre esta señorita, estamos apañados...

2) Lo desaprovechada que está una gran actriz de la talla de Marcia Gay Harden, que aún así lo hace todo lo bien que puede interpretando a la insoportable ex-mujer del protagonista.

3) ¿Cuando en una sitcom no hay ni un solo gag que te haga reír es malo no?

4) Quizás "Modern Family" revolucionó el mundo de las sitcoms familiares. Ésta no creo que lo haga...

5) El humor se apoya en vómitos, caídas tontas, tetas... Para que os hagáis una idea del nivelazo intelectual que hay...

6) Tiene demasiados personajes antipáticos para ser una sitcom. Queremos reírnos, Señores guionistas, no acabar odiando a la mitad del elenco de personajes como si se tratara de una peli de Haneke.

7) Los cliches bien usados pueden ser una buena arma en las sitcoms, pero mal usados nos llevan al aburrimiento. Las bromas sobre la madrastra buenorra (M.Q.M.F, "Madre Que Me Follaría") están más vistas que el tebeo.

8) ¿Alguien se cree que ese buen hombre se haya llegado a casa con esas tres mujeres? ¿Es a caso un esposo en serie? Y es más ¿Alguien se cree algo de toda esta situación de las dos ex-mujeres pasando más tiempo con su ex-marido que cuando estaban casadas con él?

9) ¿La relativamente atractiva premisa permitirá evolucionar a sus personajes (uno de los grandes lastres de las sitcoms) o se limitará a presentarlos como meros monigotes?

10) Pasar 22 minutos con ellos es como ir a tomar café a casa de unos vecinos o de unos familiares que no te caen bien y tener que pasar el mal rato como uno buenamente pueda...

ABC sigue tratando de buscar relevos de futuro y sobre todo acompañantes del presente para la niña bonita de la comedia norteamericana (“Modern Family”) y, por supuesto, todo debe girar sobre la familia (y su revolución). Lo intentó de manera lamentable en “Malibu Country”, espantó a la crítica pero consiguió el respaldo del público en “The Neighbors” (Vaya vecinos) y acertó (sin lanzar cohetes) con “Suburgatory”. Esta temporada lo vuelve a pretender con “Trophy Wife” y “The Goldbergs”, permutaciones de la ganadora en sus primeras cuatro temporadas del premio gordo en los Emmy. Por el lado que le toca a la serie que protagonizan Malin Akerman y Bradley Whitford, trata entre aciertos y desaciertos de sobresalir tanto como su protagonista en el reino de la comedia familiar. Los dos primeros capítulos han sido dirigidos por Jason Moore (“Pitch Perfect”), donde intenta dar la nota con una Marcia Gay Harden que repite peinados y modelos de su participación en la segunda temporada de “The Newsroom”. El material va a jugar con la tercera esposa (¿la vencida?) de un hombre maduro y de cómo ésta trata de integrarse con sus hijos y dos ex esposas.

Puede gustar o espantar a partes iguales, esa ‘esposa trofeo’ y florero que se muestra tan estúpida como capaz de generar un mundo propio. El acierto de “Trophy Wife” es que los personajes son completamente distintos y puede propiciar buenas y cómicas relaciones entre sí como ha destacado el piloto… aunque su segundo capítulo no me convenza en absoluto. Otra cuestión es que veamos paralelismos con la serie-matriz-inspiradora: si ese niño chino (Bert) quiere ser el nuevo Manny Delgado y si Hillary y Warren desean ser los nuevos Dunphy. A algunos les puede parecer prometedor por encima de otros shows fallidos porque los guionistas, al menos y esta vez, tratan de ser honestos con los personajes y denotan algo de cariño e inteligencia en sus tramas. No es que estemos ni ante la mejor nueva comedia de los últimos años ni de la temporada (de momento, “Brooklyn Nine-Nine” es aquella que ha hecho los deberes con nota) pero se muestra más precisa en la relación de su protagonista tanto con su nueva familia, las ex mujeres de su marido como su antigua compañera de fiestas y mejor amiga. Si “Up All Night” no supo sacar provecho del contraste de cambiar las fiestas por una familia, el cambio radical de Kate y sus intentos patosos por establecer un rol en el que no pega ni con cola provocarán situaciones rocambolescas y divertidas. Otra cuestión simplifica y hunde la propuesta: ¿para qué ver “Trophy Wife” si se emite “Modern Family” y está muy por debajo a todos los niveles?

Tal vez por todo lo anterior la serie tiene más potencial que calidad en sí, aunque que los adolescentes escriban relatos eróticos con Poseidón, tridentes y pomelos podría denotar cierto toque de humor absurdo y geek, o que la resolución de una típica trama de 'Salsa' sea psicológica, aporte otro tipo de necesidades y roles a las pubertades de las series norteamericanas enfocadas al cliché. Y aquí está el mayor mérito de “Trophy Wife”: trata de destacar por encima de todas las numerosas comedias familiares que pululan por los televisores pero no está funcionando en el tema de audiencias tan bien como pretendiera.

Si bien la ficción necesita (y puede) mejorar, tiene un tono y personajes consistentes para propiciar buenos momentos y sobresalir por encima de una media completamente devastadora. Algo fácil y que la serie de ABC consigue pero que no es suficiente para quitarle ciertos toques de cartón y momentos estrafalarios pese a tener ganado el trabajo con la diferencia de sus personajes. Desconozco el cupo de comedias familiares por espectador pero ese precisamente pudiera ser otro de los problemas de la ficción aunque que muestre cierto potencial tanto por dicha vertiente como por una sitcom de la mano del personaje principal le podría garantizar su supervivencia… por poco trofeo que pueda ganar.