La agresión (1975)

Paul Varlin (Jean-Louis Trintignant), su mujer y su hija pequeña son una familia que viajan en su Volvo ranchera por una autopista francesa, y al parar en una área de servicio su mujer al subirse al coche y mostrar una pierna por la abertura de la falda, es importunada (gritos y silbidos) por unos motoristas que en el arranque de la película vimos formaban parte de un numeroso grupo de motards; Paul airado les muestra el dedo corazón a modo de butifarra y continua viaje, 3 de esa banda de motoristas los siguen y tras dar alcance a la familia comienzan a acosarle peligrosamente a altas velocidades, y tras una serie de maniobras en la que Paul les planta cara y casi logra derribar a un motorista, estos le vuelven a alcanzar mas adelante, le echan de la carretera, le golpean y tras recuperar el conocimiento se encuentra a su mujer e hija muertas y violadas.

En vista de que la ley no parece ser capaz de hallar a los culpables, Paul emprende su búsqueda junto a su hermanastra Sarah (Catherine Deneuve), entrando la trama en un atípico film de venganzas, ya que lo realmente interesante y mejor de la película no es la búsqueda de venganza en sí, sino la paranoica relación entre la Deneuve y Paul, y la galería de personajes con los que se van cruzando en su deambular, desde otro grupo de moteros con los que se la tiene tiesas cuyas escenas despistan con su aroma a "La naranja mecánica" y/o "Perros de paja", y ese camarero psicópata que interpreta Claude Brasseur (a mi juicio, lo mejor y más vacilón de la función), hasta las ásperas escenas con policías y jueza de por medio.

Adaptación de "Salida de autopista" (Ed. Noguer), una vigorosa y muy entretenida novela escrita por John Buell, bien dirigida por Gérard Pirès, y contado a través de una buena fotografía y edición con abundancia de primeros planos, con buenas interpretaciones de Jean -Louis Trintignant, la Deneuve (espectacular la belleza y clase de esta mujer), y Brasseur, estamos ante un interesante thriller "de auteur", que además de lo fascinante que a ratos resulta por los atípicos derroteros que va tomando, cuenta con unas muy buenas escenas de acción sobre ruedas a cargo del equipo del mítico cascadeur Rémy Julienne (en los créditos figura también Odile Astie, que supongo es la mujer que vemos en una resultona escena caer en marcha de culo de una moto) y de, ¿campeones de Francia de motociclismo? (según pone en los créditos finales), resulta entretenida, y aunque son otros con los que la he visto muchos años después de su primer visionado, me ha seguido pareciendo una interesante función (por cierto, atención a un pipiolo Daniel Auteuil en su primer papel para la gran pantalla, en una escena de fondo con Brasseur y Trintignant en primer plano, como un novio discutiendo con su pareja en la cafetería).