Taris, rey del agua (C) (1931)

Este corto, clasificable como documental-experimental, refiere las técnicas de natación del múltiple campeón de ese deporte de apellido Taris. La cinta se puede ver con interés, no extraordinario, pero sí como una curiosidad ya que tiene algunos condimentos como filmación subacuática, retrocesos de escenas y, principalmente, como recurso más atrayente, un final bastante surrealista que llama la atención y hace levantar bastante el puntaje.

La segunda obra de Jean Vigo es un cortometraje documental de 9 minutos de duración, su último dentro del género documental. Aborda al nadador Jean Taris (1909-1977), una leyenda en este deporte en su natal Francia, especialmente en la década de los treinta del siglo XIX, incluido varios records mundiales, aunque únicamente una medalla de plata en tres Olimpiadas que estuvo.

El film no se centra en la vida del protagonista, lejos de eso lo que Vigo realiza es un estudio detallado de la técnica de nado de Taris. De esta forma, se observa repetidamente nadando en una piscina, mientras una voz en off relata precisamente lo que va haciendo.

La mirada del realizador se enfoca aquí en muchos planos detalles, ya sean de sus pies, de la brazada, o de su rostro cuando se explica la respiración, así como planos donde se ve todo el cuerpo. Además, utiliza la cámara lenta para mostrar en detalle estos movimientos, así como el retroceder la imagen, y cámaras submarinas para ampliar aún más la visión sobre su método.

Estos son los puntos más importantes en este cortometraje, donde como en su primer film la mirada virtuosa de la cámara está muy presente, no así el entramado social muy propio de su filmografía, sin duda, un trabajo donde experimenta más con la técnica que con dicho contenido social.