The Cokeville Miracle (2015)

Terminando de ver “The Cokeville Miracle” (2015) de T.C. Christensen con Nathan Stevens, Jasen Wade, Caitlin E.J. Meyer, Mason D. Davis, Joshua Cooper, entre otros. Drama basado en la crisis de rehenes en La Escuela Primaria de Cokeville, Wyoming en 1986; y en el libro “The Cokeville Miracle: When Angels Intervene” de Hartt y Judene Wixom. La acción tiene lugar el 16 de mayo de 1986, cuando el ex oficial David Young y su esposa Doris, tomaron como rehenes a 136 niños y 18 adultos de La Escuela Primaria de Cokeville; mientras contra el escepticismo, la incredulidad y la pérdida de fe del Sheriff, es puesta a prueba. Al detonar la bomba, “el milagro” se realiza al escucharse testimonios de intervención celestial. La producción ensalza los valores de La Iglesia de Los Santos de Los Últimos Días, al tiempo que toma al personaje de la ley como protagonista y testigo de los hechos para arreglar su vida familiar, y por ende de su congregación. El director Tom C. Christensen es conocido por este tipo de filmes “religiosos” para conmover a la audiencia y acercarlos a Dios de una manera sobrecogedora; sin embargo, si su objetivo es loable, el guión y los diálogos son HORRIBLES. Y es que además de no dar mucha información sobre los terroristas ESTADOUNIDENSES, tiene 1 hora para indagarlos a ellos y a la familia del protagonista con el simple hecho de tomar partido; 1 hora que se hace larga, aun sabiendo la tragedia, PERO luego viene el milagro, contado de manera contundente y muy emotiva que comprende aproximadamente 20 minutos, para finalmente manipular los sentimientos y las emociones de la manera más fundamentalista, con unos créditos finales hermosos, predecibles pero igualmente manoseados. Técnicamente, muy pobre, se pude decir que se nota el bajo presupuesto y el formato televisivo; y del reparto, Jasen Wade es el protagonista, el Sheriff que cuestiona su fe mientras sus hijos son tomados como rehenes… tremenda prueba de arrastre, pero el actor, con su buen semblante logra la empatía. Mientras su hijo en Kimball Stinger, es la víctima de la situación familiar, donde la religión está inmersa en todo el ambiente casero, escolar y citadino, como si fueran todos parte de una secta fanática, donde están acostumbrados de ver fantasmas, ya que el hijo cuenta haber visto un ángel momentos previos a la explosión, que como la gripe, varios niños también lo reportan. El antagonista, Nathan Stevens, es mostrado literalmente como “loco fanático mesiánico” tal vez cansado de tanta religión que se hizo profeta apocalíptico; como dato, el director exigió que él no interactuara con los niños en el set hasta el rodaje, para de esa manera, las reacciones ante Young fueran genuinas y reales. Por ello, la relación entre el niño protagonista y él es un “tête à tête” ideológico que basta con el intercambio de miradas. Luego está Kymberly Mellen como otra cabra loca terrorista ESTADOUNIDENSE, que cegada por su marido, o tal vez con alguna discapacidad mental, así es mostrada, es la culpable de la tragedia. Y llama la atención el papel de las mujeres, todas tienen papeles ABSURDOS como la que dejó a su hijo en el carro… o la esposa del Sheriff, que está más preocupada por el escepticismo de su marido, que lo amenaza con dejarlo, llevándose a los hijos... ¿Dónde está dios para esas mujeres? La producción al estar ambientada en 1986, contiene muchísimos anacronismos que van desde los vehículos hasta los electrodomésticos y edificios. Y queda fuera mucha información: ¿Cómo el terrorista entendería la resurrección con una simple calculadora de mano? Él fue oficial de policía en Cokeville durante 6 meses en 1979 ¿Cómo pudo ser eso posible? Se supo que él tenía una filosofía fatalista apocalíptica, de “un mundo feliz donde quería reinar sobre niños inteligentes” ¡ABSURDO!, pero así hay gente y mucha en EEUU; pues aparentemente Dios es blanco y gringo, y que solo salva niños presas de un lunático en ese país, y abandona a otros que están en guerras o que padecen hambre… Vamos, la pinta de “milagro por la oración” no se lo traga nadie. PERO esos 20 minutos están bien rodados, por mucha manipulación emocional evidente, pues realmente algo raro sucedió allí, pero dudo que sea algo paranormal: Las autoridades no saben cómo todos salieron vivos, y el filme también parece dar algunas pistas, pues al haber tanto niño, y sólo 2 terroristas, desubicarlos es tarea fácil como para cortar cables, perforar bidones, etc. Sin embargo, en un momento de tanto estrés, con dios en la cabeza como si fuera un zancudo… cuando ocurre una tragedia... ¿Qué ves? “Demasiada coincidencia para ser una coincidencia”
NO RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
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