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Mi hijo John (1952)

Mi hijo John
122 min.
6,2
89
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Sinopsis
Una pareja de un pequeño pueblo se queda destrozada cuando descubre que su hijo John es un agente comunista. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Guerra Fría Política Familia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
My Son John
Duración
122 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Premios
1952: Nominada al Oscar: Mejor historia
1952: National Board of Review: Top Mejores películas del año
6
Defendiendo lo indefendible (III): El senador McCarthy
En su muy recomendable libro sobre Leo McCarey, Miguel Marías dedica el capítulo central, y más extenso, a defender con uñas y dientes esta película, la más denostada del director más admirado por "gentecilla" como Hawks, Lubitsch, Renoir, Ford, Cukor, ...

A mí no me parece tan buena como sostiene Marías, aún coincidiendo en su análisis, que no conviene leerlo hasta ver la película, porque prácticamente la destripa paso a paso. Me parece un poco exagerado esa comparación que hace de la fotografía con algunas obras de Dreyer, pero bueno, nunca he tenido buen ojo para esas cosas.

Los dos problemas fundamentales de 'My Son John', aparte de que parece un título chino, son:

1) El protagonista, Robert Walker, murió antes de terminar el rodaje. A pesar de que McCarey es el gran improvisador del cine, la parte final parece terminada de cualquier manera quedando algo chapucera. Incluso tuvo que pedir a su íntimo amigo Alfred Hitchcok escenas del actor en 'Extraños en un tren', realizada el mismo año.

2) Es una película de un tiempo y un país. Efectivamente, es propaganda anticomunista a saco. Lo cual no tiene que ser malo por sí mismo, pero en esa época eso en USA produjo una psicosis colectiva delirante, algo que afectó también a McCarey. Pero curiosamente en la película McCarey pinta mucho más interesante e inteligente al hijo comunista que a los desquiciados padres, que quedan aún peor. Es lo que los cursis llamarían una película "honesta".

Total, que esta película no gusta a los americanos porque se sienten incómodos al ser el más fiel retrato, y sin alharacas sino en un ambiente familiar, de unos años de los que sienten vergüenza, porque los retratan. Y tampoco gusta a los de fuera porque la circunscriben en el tópico de "propaganda yanqui", y aún más espantaso: es "macarthista".

Es cierto, es "macarthista". Pero en el sentido más estricto. Por una razón: porque no habla de cine, sino de lo que se dedicó realmente el senador McCarthy: a investigar las infiltraciones comunistas en la administración, algo que preocupaba mucho ya que en esa época todos los partidos comunistas dependían orgánicamente de Moscú. Aún así el CPUSA (el partido comunista de USA) jamás fue ilegalizado, algo que sí lo estaba en otros países occidenteles como Alemania.

Asociar a McCarthy con la caza de brujas en el cine es no sólo uno de los mayores tópicos, sino de las grandes mentiras que pululan entre entendidos, críticos y otras gentes del cine.

El senador McCarthy podía ser lo que fuese, entre otras cosas alcóholico, populachero, poco riguroso, ingenuo, y rodeado de un equipo de arribistas entre los que estaba por ejemplo Roy Cohn (un brillante demócrata judío y antisemita, homosexual y homófobo, una joya vamos), o nada menos que Robert Kennedy.

Al margen de la opinión que cada uno tenga sobre el personaje los hechos son:

1947: El Comité de Actividades Antiamericanas (HUAC) investiga, a requerimiento de la industria de Hollywood, celebra las audiencias contra los llamados Diez de Hollywood, que son condenados por desacato. La HUAC (House Un-American Activities Committee) era un comité de la Cámara de Representantes (Congreso), no del Senado. McCarthy era senador y jamás perteneció a este comité. Richard Nixon por ejemplo sí, pero a partir de 1948.

1950: El senador McCarthy lanza su famosa acusación de supuestas infiltraciones en el Departamernto de Estado, y se hace popular a partir de ese momento. No antes.

1953: McCarthy es nombrado presidente de la Subcomisión Permanente de Investigaciones del Senado. En esta Subcomisión se investiga exclusivamente a funcionarios. Inicialmente del Departamento de Estado, en USA equivalente a Exteriores.

1954: McCarthy se pone a investigar infiltraciones comunistas en el ejército, y el presidente Eisenhower decide cerrar filas con sus compañeros de armas, y ordena cargarse al senador. El presidente, no la prensa o la opinión pública, que fueron a rebufo de la campaña presidencial. El Senado vota una reprobación contra el senador por una amplia mayoría, en la que curiosamente se ausentó el senador... John F. Kennedy. Los Kennedy eran muy amigos de McCarthy.

1957: McCarthy apestado y alcoholizado muere siendo senador. No es verdad que lo expulsasen.

1995: A raíz del desmoronamiento de la URSS se abren archivos de sus servicios secretos, a la vez que se destapa el Proyecto Venona, y se descubre que efectivamente McCarthy no tenía razón: se quedó corto.

McCarthy tal vez fuese un bocazas demagogo, pero jamás tuvo ninguna relación ni inspiró nada de las investigaciones contra cineastas. McCarthy no envió a nadie a la cárcel. Es cierto, el "macarthistismo" tuvo muchas víctimas. Entre ellas la verdad, y el propio senador Joseph McCarthy, con estigma en el nombrecito incluido.

Pero ya sabemos que nada cambiará: esta película seguirá dando vergüenza a los estadounidenses, los que no lo son recurrirán al tópico, y todo el que se las dé de cinéfilo seguirá soltando maldiciones contra un hombre que no tuvo nada que ver, ni para bien ni para mal, con el cine.

Es más fácil despotricar contra McCarthy que admirar a McCarey.
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21 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Lamento por el hijo pródigo
Sin duda se trata de una película muy curiosa, un intenso drama familiar que a su estridente mensaje anticomunista une un fuerte componente religioso, concretamente católico. McCarey elabora una personal parábola sobre el hijo pródigo, en la que al pecado le siguen el arrepentimiento y el perdón. El hijo pródigo, por supuesto, es Robert Walker, en el que fue su último trabajo en el cine, antes de morir en 1951. La conflictiva relación que hay entre Dean Jagger y Robert Walker -padre e hijo, respectivamente- recuerda a la que tienen Jim Backus y James Dean en "Rebelde sin causa" (Rebel Without a Cause, 1955), de Nicholas Ray.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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